Terapéutica

“El copago debe ser por renta y en función de la efectividad del fármaco”

Entrevista a la economista de la salud Beatriz González López-Valcarcel en relación a los estudios que ha realizado en materia de copago y que ha presentado en la última Jornada de la Asociación de Economía de la Salud.
Beatriz Gonzalez Lopez-Valcarcel

Hace unos días, durante las XXXVIII Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud, celebradas en Las Palmas de Gran Canaria, se presentó un estudio que dudaba de la efectividad del copago y consideraba que había incrementado las desigualdades entre pacientes. Con el objetivo de profundizar sobre esta cuestión, Diariofarma se ha puesto en contacto con una de las autores del trabajo, Beatriz González López-Valcarcel.

Pregunta. Según el estudio no se habría disuadido el consumo de medicamentos tras el copago, pero la realidad es que en 2017 se facturaron 65 millones de recetas menos que en 2011…

R. Ese es el problema de mirar los números agregados solo. No se debe atribuir la variación del número de recetas de 2012 a seis años después, que es ahora, atribuirlo a una medida que se tomó en aquel momento. En septiembre de 2012, se desfinanció una lista de cuatrocientos y pico medicamentos, que eso equivale a un copago del 100%, eso evidentemente tuvo un efecto ya que eran medicamentos de alto consumo aunque para síntomas menores.

P. También dicen que el efecto no es homogéneo…

R. Las reacciones varían por grupos de medicamentos, incluso por grupo de pacientes. No podemos decir que el que ahora haya menos recetas que en 2011, sea atribuible al copago. No podemos decirlo porque es extrapolar demasiado. Lo que nosotros intentamos hacer con trabajos de hace tiempo, era ver el patrón de evolución en los meses siguientes, y lo que vimos es que hubo una bajada brusca en verano de 2012 y una tendencia a la recuperación progresiva del número de recetas. No se puede decir 6 años después que, al haber menos recetas prescritas que en 2012, que esto es el efecto a largo plazo del copago,

P. ¿Pero entonces no ha tenido ningún efecto?

R. Ha tenido algún efecto, sin duda, en algunas personas. Pero claro el hecho de que los pensionistas tengan un tope mensual les protege mucho. Los que tienen enfermedades crónicas se resignaron a pagar ocho euros de gasto al mes fijo. Una vez superados los 8 euros te da igual 8 que 80. No podemos decir contundentemente que el copago no tuvo ningún efecto, matizando de esta manera, sí que es más razonable.

P. ¿Crees que podría haber un repunte de consumo si se revierte el copago?

R. Es especular un poco. Lo que es evidente es que si el copago es cero a los pacientes les da igual acumular, y esto es lo peor. Acumular medicamentos en un botiquín en casa, que luego caduquen, es despilfarro directamente. Esto sería lo peor de lo peor. Ya que no gana nadie. Un pequeño copago disuade de despilfarrar. Lo que sí se ve en la literatura, y además muy claro, es que el primer euro de copago tiene mucho más impacto, que si te suben de pagar 9 euros a pagar 10 euros. Pasar de la gratuidad a pagar algo, crea un efecto importante disuasorio.

P. En el estudio se habla de inequidades entre pensionistas y activos a consecuencia de los topes… pero entonces, ¿antes había más inequidad, no?

R. Casi todos los países de la UE-15, creo que todos menos Luxemburgo tienen exenciones personales, basadas en renta etc. protegen a los más desfavorecidos, con límites de gasto etc. Lo que no puede ser es que una familia, y en España hay muchas familias empobrecidas con la crisis, con prestación de desempleo o retribuciones muy bajas, tengan que pagar sin límite. Esto sí que es un problema de acceso al servicio sanitario y creo, en mi opinión sería prioritario poner un tope a los activos de menor renta.

P. ¿Qué tipo de situaciones personales, se tienen en cuenta en otros países, como ha comentado, para la cuestión del copago?

R. Casi todos los países protegen a la infancia y adolescencia, con exenciones específicas. También a las mujeres embarazadas, es decir, a grupos que tienen más consumo farmacéutico y son más vulnerables.

P. Volviendo al tema del gasto catastrófico, antes también existía este riesgo …¿no?

R. Sí, pero antes de 2012 no había tantas familias en esa situación de pobreza. En los salarios, hubo una devaluación interna debido a la crisis, y el nivel de los salarios bajó generalmente. Y debe tenerse en cuenta que, respecto a los salarios más bajos en particular, lo que antes las familias podían soportar, ahora resulta más difícil.

P. Entonces, ¿cuál sería el modelo de copago ideal?

R. Yo mantendría diferencias por rentas, ya que el objetivo es proteger a los más vulnerables, a los de rentas más bajas. Además, a medio plazo, estaría bien fijar el copago en función de la efectividad del medicamento, que no fuera un porcentaje fijo. Y la idea fuerza de que el binomio financiación- precio-copago debería estar junto. Es decir, las decisiones sobre el copago deben estar vinculadas también a las decisiones sobre precios. Y sobre cobertura en general hay que darse cuenta de que un medicamento que no entra tiene un copago del 100%.

P. Aquí, entonces, es donde se podía poner un copago superior, de forma que se mantuviera parte de financiación pública, ¿no?

R. La idea es que los medicamentos que son muy necesarios, es decir, los medicamentos esenciales, no pueden tener copago ninguno. Ahora bien, medicamentos de efectividad dudosa, o efectivos para algunos pacientes y no para otros, lo ideal sería que el copago dependiera de la indicación, aunque esto en la práctica no es fácil, más bien dificilísimo, si se pudiera eso sería lo ideal.

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