La consellera de Salud y Consumo de Islas Baleares, Patricia Gómez, compareció ante la Comisión de Sanidad para hacer balance de la gestión sanitaria llevada a cabo en la pasada legislatura y explicar los ejes de acción para la que acaba de comenzar. Reforzar las medidas de eficiencia para garantizar la sostenibilidad, fomentar la equidad y la universalidad en el acceso a los servicios sanitarios, así como dinamizar el diálogo con los profesionales y los usuarios, avanzando en transparencia serán, según la información ofrecida desde la Consejería, los valores que guiarán la labor de dicho departamento.
En relación con la eficiencia, la consellera adelantó su intención de persistir en medidas ya trabajadas en la pasada legislatura, como por ejemplo la central de compras, que ha supuesto, apuntan, "ahorros de 15 millones de euros", así como el refuerzo de la facturación a terceros, que este habría generado 20 millones más que en 2015.
Esos ahorros de recursos van a ser claves para poder materializar las prioridades asistenciales para esta legislatura, entre las que destaca el refuerzo de la Atención Primaria. “Será todavía más cercana y moderna”, aseguró la consellera, quien destacó, entre otros aspectos, que los médicos de Primaria tendrán acceso a todo el catálogo de pruebas diagnósticas.
Otro de los compromisos tiene que ver con la gestión de la cronicidad y la complejidad, asegurando "una atención sanitaria de calidad que dé respuesta a las necesidades de la población en las diferentes etapas de la vida, asegurando la universalidad". Todo ello "debe hacerse de forma eficiente y con toda la evidencia posible".
Así, se impulsarán programas como la atención domiciliaria resolutiva o la fisioterapia a domicilio. Además, se potenciará el Programa de Paciente Activo y se implementará el programa de atención a niños con enfermedades crónicas complejas.
En cuanto a la salud mental, se desarrollarán programas de patología dual (trastorno de salud mental unido a la adicción a una o más sustancias) en los hospitales de Eivissa y Menorca; se facilitará el tratamiento a jóvenes y adolescentes de Formentera, y se luchará contra el estigma, además de favorecer la inserción social de las personas con problemas de salud mental.