La Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP) ha editado un manual para apoyar la implicación de los farmacéuticos en la prevención, el control, la gestión y el tratamiento de las enfermedades de transmisión vectorial, entre las que se incluyen la malaria o el dengue.
El documento, titulado 'Vector-borne diseases: A handbook for pharmacists', ha sido producido en colaboración con el Pharmaceutical Forum of the Americas, y ofrece un repaso por las distintas enfermedades, así como por las diferentes actuaciones que pueden ser llevadas a cabo por los farmacéuticos.
Incluye conocimientos para la aplicación de métodos de educación y prevención; para el asesoramiento en el uso de repelentes, incluyendo información sobre su composición; indicaciones para una cobertura vacunal adecuada contra estas enfermedades, así como para optimizar la adherencia o contribuir a reducir el estigma al que se somete a quienes las sufren.
La FIP apunta que, mientras que estas enfermedades estaban asociadas a zonas tropicales, se están expandiendo ahora a otras regiones debido al cambio climático, la movilidad y las migraciones, el comercio mundial, la deforestación y el urbanismo descontrolado, entre otros.
Tanto es así que, a día de hoy, constituyen una quinta parte de las enfermedades infecciosas a nivel mundial, siendo causantes de unas 700.000 muertes al año. El presidente de la FIP, Dominique Jordan, apunta que, además de la amenaza que suponen para la salud, "tienen un alto impacto económico, ya que afecta desproporcionadamente a los países más pobres".
En su opinión, luchar contra las enfermedades de transmisión vectorial es "fundamental" para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, y el hecho de que sean enfermedades prevenibles convierte a los farmacéuticos, opina, en "aliados ideales para dar apoyo a la comunidad y a los pacientes".