Justificación del estudio
La prevalencia de los trastornos gastrointestinales, como la dispepsia o la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), es muy elevada, aunque los datos disponibles son, en general, muy variables debido a las distintas definiciones empleadas en los diferentes estudios epidemiológicos realizados .
En general, se estima una prevalencia en población adulta del 7-34 % si se refiere a dolor en el abdomen superior, llegando al 23-45 % si se utiliza una definición más amplia que incluya síntomas gastrointestinales en el abdomen superior, con una incidencia del 1-9 %, lo que conlleva un notable impacto económico y sanitario. En España, se estima que el 24 % de las personas han presentado síntomas considerados como dispepsia funcional en los últimos 6 meses. Además, la dispepsia es un frecuente motivo de consulta tanto en Atención Primaria (AP) como en especializada y supone hasta el 26-70 % del total de consultas (1) .
En el año 2012 se facturaron al Sistema Nacional de Salud (SNS) más de 70 millones de recetas de inhibidores de protones (IBP), lo que supuso un 7,72 % del total de las prescripciones y casi 438 millones de euros .
La falta de adherencia al tratamiento farmacológico, o incumplimiento terapéutico, es un problema prevalente y relevante. En muchos casos, esta falta de cumplimiento se asocia a un desconocimiento del proceso de uso del medicamento. Existen estudios que han evaluado la adherencia al tratamiento en pacientes con IBP (2-4), aunque los niveles de adherencia varían, siendo esta más elevada en aquellos pacientes con una sintomatología grave. La falta de adherencia es un factor determinante en el fallo de la terapia con IBP lo que se asocia con el abandono del tratamiento y con la reducción de la calidad de vida de los pacientes. Por ello, es importante el estudio sobre el grado de adherencia y de conocimiento de la terapia por parte de los pacientes .
El Farmacéutico Comunitario, por conocimientos, habilidades, y el entorno en el que desarrolla su actividad profesional, puede identificar aquellas situaciones de falta de adherencia y conocimiento del tratamiento con IBP y, además, está en situación de detectar situaciones que afectan al resultado del tratamiento, es decir, puede identificar problemas relacionados con el proceso de uso de los medicamentos (PRM) para prevenir y/o resolver resultados negativos asociados a la medicación (RNM) a través de las correspondientes Intervenciones farmacéuticas .
Conclusiones
En este estudio prospectivo realizado en 143 Farmacias Comunitarias, incluyendo a 610 pacientes en tratamiento con IBP, se demuestra que el Servicio de Dispensación realizado siguiendo el procedimiento consensuado por FORO AF (10) aumenta significativamente el conocimiento de la medicación y la adherencia al tratamiento, lo que mejora los resultados clínicos y la calidad de vida el paciente.
El conocimiento de la medicación se valoró según el test CPM. Al inicio del estudio un 44,7 % de los pacientes tenía un conocimiento óptimo/suficiente.
Al finalizar el estudio este porcentaje aumentó significativamente hasta el 74,6 %.
La tasa de cumplimiento según el test Morisky-Green en el inicio del estudio fue de aproximadamente el 50 % de los pacientes. Esta tasa se encuentra en el rango observado en otros estudios en los que la tasa de cumplimiento del tratamiento con IBP fue de entre 50-80 %, dependiendo de la patología tratada con los mismos (8). Tras las tres visitas de este estudio se ha observado un aumento significativo en el porcentaje de los pacientes que cumplen con el tratamiento con IBP, alcanzando una tasa de cumplimiento del 62,2 %. El cumplimiento con los IBP en el tratamiento de la ERGE se ha relacionado con un menor número de días de ingreso hospitalario por año y una reducción de costes médicos globales (9). Por tanto, el aumento significativo del correcto proceso de uso y de la adherencia al tratamiento gracias a la Intervención del Farmacéutico Comunitario a través del Servicio de Dispensación consensuado por FORO AF-FC (11) contribuye a minimizar los problemas relacionados con los medicamentos, permitiendo la mejora del resultado del tratamiento y colaborando en la sostenibilidad del sistema sanitario.
Respecto a la calidad de vida de los pacientes, también se observó una mejoría significativa en las puntuaciones medias en la escala EVA del cuestionario EuroQoL 5D 3P entre la visita inicial y la final. Un dato relevante es el aumento significativo de pacientes sin dolor/malestar en este cuestionario, ya que indica que la mejora del conocimiento y del cumplimiento por parte del paciente puede producir una mejora en los resultados del tratamiento con IBP.
Por último, durante el estudio se ha observado una reducción significativa de los PRM relacionados con la falta de conocimiento e incumplimiento de los IBP. Aquellos pacientes con tratamiento de inicio y menor nivel de estudios presentaron una tasa significativamente superior de PRM relacionados con la falta de conocimiento de los IBP. También se ha observado una asociación entre los PRM relacionados con la falta de conocimiento y la falta de adherencia tratamiento. Estos datos muestran la importancia de identificar PRM, y sospecha de RNM, durante el procedimiento del Servicio de Dispensación.