Un 10% de los profesionales encuestados opina que el sistema sanitario en España funciona bastante bien, y el 57% opina que, aunque funcione bien, son necesarios algunos cambios. Un 33% opina por el contrario que el sistema sanitario requiere cambios fundamentales, según los resultados de la segunda oleada de la ‘Encuesta sobre el sistema sanitario en España’ realizada por Hiris de la Sanidad, un panel de opinión independiente cuyo objetivo es ofrecer una visión de la sanidad española tal como la perciben profesionales médicos de todas las especialidades y directivos de toda España.
En cuanto al grado de satisfacción general con el funcionamiento del sistema sanitario público en España, los profesionales sanitarios le otorgan un 6,6 (sobre 10).
Según los profesionales sanitarios, los tres principales problemas del sistema sanitario son, por orden descendente, la congestión de los servicios sanitarios y la carga asistencial (76%), las listas de espera (72,0%) y el poco tiempo disponible para atender consultas (65%). Dichos problemas, aumentan respecto de la oleada de invierno.
La inversión en salud sigue destacando como la mayor demanda (66%) de los profesionales sanitarios, así como una mejor coordinación y continuidad asistencial (42%). Una mayor profesionalización de los gestores sanitarios figura en tercer lugar (29%). La colaboración público-privada asciende significativamente como demanda de los profesionales (19%, respecto de un 11% en marzo).
La percepción de los profesionales respecto del futuro del sistema sanitario español se muestra estable con relación a la oleada de invierno. Un 58% se muestra bastante pesimista y un 1,3% muy pesimista. En el lado contrario, 39% se muestra bastante optimista y 1,7% muy optimista.
La valoración general de la atención prestada va desde un mínimo de 5,4 (sobre diez) que otorgan los profesionales sanitarios a los servicios de urgencia de atención primaria, hasta un máximo de 7,4 a la hospitalización. Las consultas de atención primaria obtienen un 5,7, las de atención especializada un 6,4 y las urgencias hospitalarias un 6,6.
Esta valoración es coincidente con la respuesta a la predilección de los profesionales por el uso personal o familiar de esas mismas modalidades asistenciales en centros público o privados. La gran mayoría optan por centros públicos en hospitalización (82%), urgencias (84%) y consultas de atención primaria (77%). Sin embargo, esta predilección se muestra menor, y en franco descenso respecto de la oleada anterior, respecto de las consultas de atención especializada (66%). Seguramente tiene relación con la mayor preocupación también mostrada por el incremento de las listas de espera.
La calidad de la gestión (suspendida por el 29%) y la calidad de la investigación (24%) son los aspectos de la atención sanitaria peor valorados. Por el contrario, la calidad humana y la calidad técnica de la atención prestada son los aspectos mejor valorados (aprobados por el 91% y el 90% respectivamente de los encuestados). Son valores prácticamente iguales a los recogidos en invierno.
En una escala de 0 a 10, los profesionales sanitarios valoran de manera favorable (7,0 sobre 10), e igual que en el sondeo anterior, la satisfacción con su situación laboral y profesional. No obstante, como principales desafíos para poder ejercer correctamente la profesión médica destacan las condiciones económicas y los incentivos (63%), la organización y continuidad de los procesos asistenciales (61%), la precariedad laboral y falta de profesionales (58%).
En la actualidad, las principales fuentes de aprendizaje y puesta al día profesional que utilizan son el estudio personal (65%) y los congresos y jornadas científicas (47%), seguidos de los recursos digitales en internet (33%) y las sesiones clínicas (26%). Por el contrario, el rol de las sociedades científicas y colegios profesionales (17%), y de la industria farmacéutica (8%) figuran en las dos últimas posiciones.
La industria investigadora y productora de medicamentos y tecnologías médicas es la institución relacionada con la sanidad en la que más confianza depositan los profesionales sanitarios (74%), seguida de la Unión Europea (69%) y de las organizaciones sanitarias privadas sin ánimo de lucro (64%). Les siguen en aprobación los centros sanitarios privados con ánimo de lucro (53%), las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad (45% ambos), los gestores sanitarios públicos (39%), y en último lugar los parlamentos de la nación y autonómicos (32%).