La Comisión a través de la Autoridad de preparación y respuesta ante emergencias sanitarias (HERA), y los desarrolladores de vacunas BioNTech-Pfizer, han llegado a un acuerdo para abordar mejor la evaluación de los Estados miembros de las necesidades cambiantes para Covid-19 vacunas. La modificación del contrato de suministro de vacunas existente “tiene en cuenta la mejora de la situación epidemiológica, al tiempo que continúa garantizando el acceso a la última versión disponible de la vacuna en caso de que aparezcan variantes preocupantes de COVID-19 en el futuro”, asegura la Comisión.
El acuerdo alcanzado con Pfizer, se centra en tres puntos fundamentalmente. En primer lugar, se contempla una reducción de la cantidad de dosis adquiridas por los Estados miembros en virtud del contrato. Tras el pago de una tarifa, las dosis originalmente contratadas se convertirán en pedidos opcionales. Por otro lado se establece una extensión en el período de tiempo en el que los Estados miembros podrán recibir las vacunas, hasta 4 años a partir de ahora;
También se crea la posibilidad de seguir teniendo acceso a dosis adicionales hasta el volumen original contratado hasta el final del contrato para satisfacer las necesidades, en caso de que aumenten los casos y la situación epidemiológica se deteriore;
Finalmente se garantiza el acceso continuado a vacunas adaptadas a nuevas variantes tan pronto como lo autoricen los reguladores.