Una combinación de desabastecimientos, falta de financiación y trabas administrativas se conjuran para que, en una enfermedad en la que los avances terapéuticos han sido considerables, el manejo siga dependiendo de dificultades económicas y administrativas.
El presidente de la Sociedad Española de Diabetes, Antonio Pérez, ha indicado en un reciente encuentro con medios con motive del Día Mundial de la Diabetes (que tendrá lugar el 14 de noviembre), que “tenemos muchas razones para ser optimistas en el manejo de las personas con diabetes tipo 2,ya que la investigación en diabetes no se detiene y ofrece nuevos tratamientos y herramientas que van mejorando el pronóstico y la calidad de vida, y que en un futuro puedan permitir la prevención y, por qué no, la posible curación futura de esta enfermedad”.
No obstante, también ha señalado que los problemas de abastecimiento, “que siempre han existido, no se habían prolongado tanto en el tiempo como está sucediendo en la actualidad”.
El desabastecimiento de los fármacos de la familia de los agonistas del receptor de GLP-1afecta a medicamentos autorizados para mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes tipo 2, de los cuales únicamente uno (liraglutida) está aprobado (no financiado) para el control de peso.
“El aumento de la demanda de estos medicamentos derivada del incremento de su uso en las indicaciones aprobadas, pero también fuera de sus indicaciones para la reducción del peso en personas sin diabetes, y la falta de capacidad de las plantas de fabricación para hacer frente a este aumento de demanda ha provocado problemas en su suministro desde finales de 2022 que están condicionando nuestro quehacer diario, al no poder iniciar o continuar el tratamiento en muchos pacientes con diabetes tipo 2”, denuncia el presidente de la SED.
La que nos espera
Cuando en 2024 dejen de estar disponibles las alternativas “más veteranas, como exenatida y lixisenatida, lo más probable es que la situación se agrave”, ha advertido.
A su modo de ver, los pacientes se verán obligados a consultar más, además de verse en la situación de no conseguir el medicamento prescrito, y esto sobrecargará el sistema de atención.
En la FEDE se han documentado problemas de abastecimiento de otros tratamientos para la diabetes en todas las comunidades autónomas. Su presidente, Juan Francisco Perán, ha hablado no únicamente de incremento de la demanda en esta familia de fármacos innovadores, sino en glucacón, “fuera del patrón habitual de incremento de la demanda, algo que sucede tradicionalmente en los meses de verano”.
Hiperlipemia y riesgo cardiovascular en casos de diabetes
Pérez ha explicado también que en el caso de los fármacos hipolipemiantes, se da la circunstancia de que hay limitaciones en la financiación que no son coherentes con la evidencia científica.
Para la reducción del riesgo cardiovascular se financian tratamiento como los inhibidores de PCSK9 únicamente en pacientes que hayan tenido algún episodio previo, considerados “de muy alto riesgo”.
No obstante, él recuerda que hay un subgrupo en el que se puede valorar la presencia de “riesgo alto” y que se benefician, de acuerdo con los estudios, de este tipo de terapia. “Sin episodios previos pero con diabetes tipo 2, el riesgo es comparable; falta visibilidad sobre el problema del riesgo cardiovascular en estas personas, es algo que no se tiene en cuenta en la financiación”, ha lamentado.
Perán ha añadido que las dificultades en el acceso no se limitan a la innovación, sino que “existen medicamentos que se han usado durante años y que siguen soportando el visado, es algo que ya hemos compartido con el director general de cartera común dentro de nuestros esfuerzos para mejorar la situación para todos los pacientes”.
Se ha mostrado tajante al denunciar que: “Existe inequidad en el acceso a ciertas tecnologías y tratamientos, parece que hay pacientes de primera y de segunda”.