Terapéutica

Diariofarma publica un informe que aborda los ‘Retos en el manejo del riesgo cardiovascular residual’

Diariofarma ha publicado un informe que busca profundizar en distintos aspectos del riesgo cardiovascular residual, mediante artículos elaborados por diferentes expertos.

Diariofarma ha publicado el informe ‘Retos en el manejo del riesgo cardiovascular residual’ que busca profundizar en distintos aspectos de esta condición, hasta ahora poco conocida, por la que un paciente correctamente tratado y con los objetivos terapéuticos alcanzados, mantiene un elevado riesgo cardiovascular lipídico.

El informe, coordinado por José Luis Zamorano, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, cuenta con la colaboración de Amarin e incluye una serie de capítulos elaborados por expertos en los que se abordan diferentes cuestiones relativas al riesgo cardiovascular residual.

De este modo, Leopoldo Pérez de Isla, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y Adriana Saltijeral Cerezo, del Servicio de Cardiología del Hospital Vithas Aravaca de Madrid analizan e impacto de la enfermedad cardiovascular en España, así como los factores de riesgo cardiovascular. A lo largo de este capítulo, recuerdan que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad y de años de vida perdidos en España. Además, exponen que la prevención de la enfermedad cardiovascular es considerada una medida de gran impacto sobre la esperanza de vida y la calidad de vida de los ciudadanos. Y que, para prevenir su aparición, es imprescindible conocer los denominados factores de riesgo cardiovascular, que son aquellas condiciones que aumentar la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. En este artículo se ofrece una visión práctica y resumida de la importancia de los factores de riesgo cardiovascular modificables más conocidos, así como de este nuevo concepto que cobra más importancia cada día: el riesgo residual.

En el segundo de los artículos, Rosa Fernández Olmo, cardióloga del Hospital Universitario de Jaén profundiza más en el concepto de riesgo residual. Según esta especialista, cada vez tenemos más evidencia sobre los factores que influyen en el riesgo residual cardiovascular de los pacientes, y que está presente a pesar del avance en las terapias hipolipemiantes dirigidas al control de las lipoproteínas de baja densidad, en las que han conseguido niveles muy bajos de las mismas. Según explica Fernández, las lipoproteínas ricas en triglicéridos, la inflamación, los fenómenos trombóticos y/o metabólicos tienen mucho que decir en este riesgo.

La situación de los procesos asistenciales en la atención del riesgo cardiovascular residual ha sido analizada por Regina Dalmau, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario la Paz, quien pone de manifiesto la falta de consignas muy concretas sobre cómo integrar el abordaje del riesgo cardiovascular residual en la práctica clínica. Los procesos asistenciales que abordan la cardiopatía isquémica, desde el síndrome coronario agudo al síndrome coronario crónico, deben reorientarse para realizar un adecuado diagnóstico del riesgo residual que permita identificar aquellos pacientes que puedan beneficiarse de nuevas terapias dirigidas a reducir ese riesgo.

Con el foco puesto en la actualidad, el informe también aborda las repercusiones que puede tener la covid-19 en la salud cardiovascular residual y perspectiva de género. Clara Bonanad; Daniela Maldana; Daznia Bonpart y Regina Blanco, del Instituto Valenciano del Corazón (Insvacor) y del Instituto de Investigación Sanitaria de Valencia (Incliva), abordan esta cuestión poniendo de manifiesto que, incluso durante la pandemia, las enfermedades cardiovasculares se han mantenido como la primera causa de muerte en España, al tiempo que también analizan la influencia de la covid en la salud cardiovascular.

El impacto económico del riesgo cardiovascular residual también se ha abordado en este informe de la mano del economista Álvaro Hidalgo, profesor de Teoría Económica en la Universidad de Castilla-La Mancha y director de la Fundación Weber. Hidalgo pone de manifiesto en su artículo que, en 2019, las enfermedades cardiovasculares contabilizaron en promedio el 10% del gasto corriente en salud (el 9,1% en España), así como la mayor parte del gasto hospitalario y farmacéutico en el conjunto de la OCDE. Así, considera que el impacto económico del riesgo cardiovascular es muy elevado y creciente en los países desarrollados.

Por su parte, la coordinadora de la Unidad Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, Raquel Campuzano, analiza el rol del paciente en el manejo del riesgo cardiovascular residual. Esta experta considera que el éxito en prevención depende en gran medida de que la persona con factores de riesgo cardiovascular o tras un evento cardiovascular conozca su patología, tratamientos, efectos esperados de los mismos y adopte hábitos de vida cardiosaludables.

Los posibles puntos de actuación para la mejora del proceso asistencial en este ámbito han sido analizados por José R. González-Juanatey, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Este experto señala que la gestión clínica en el área cardiovascular tiene una orientación transversal y multifactorial en la que debe jugar un papel central la organización de los diversos tipos de procesos asistenciales, desde los más prevalentes a los de alta complejidad y de soporte. Igualmente, según González-Juanatey, debe integrar, también en su dirección y toma de decisiones, a los diferentes niveles asistenciales implicados, con definición de la ruta del paciente en la organización sanitaria, e incorporando la mejor evidencia científica disponible.

Vivencio Barrios, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal y de la Universidad de Alcalá de Henares, analiza en su artículo los avances y nuevas oportunidades de tratamiento terapéutico. A este respecto, señala que el icosapento de etilo, un ácido graso poliinsaturado omega-3 purificado, es una alternativa eficaz para reducir el riesgo cardiovascular en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, y en pacientes diabéticos con algún factor riesgo en tratamiento ya con estatinas, independientemente de las cifras de triglicéridos. Además, Barrios expone que este medicamento, cuando se utiliza con una posología de 4 gr/día, consigue una reducción del 25% de la variable combinada de muerte CV, infarto no fatal, ictus no fatal, revascularización coronaria y hospitalización por angina inestable. Según expone, se trata, sin duda, de un arma terapéutica que se presenta como una magnífica estrategia para mejorar el pronóstico en dos grupos de pacientes con riesgo cardiovascular alto/muy alto que presentan cifras de triglicéridos séricos elevadas, actuando a través de múltiples mecanismos cardioprotectores.

Los avances y nuevas oportunidades de tratamiento tecnológico han sido analizadas por Roberto Martín Reyes, jefe del Departamento de Cardiología y Christian Garriga Braun, director gerente, ambos en el Hospital La Luz. Según explican, estaría justificado que, tanto las administraciones como las instituciones sanitarias prioricen y establezcan planes

de acción enfocados a afrontar el manejo del riesgo cardiovascular residual, apoyándose no sólo en el trabajo de profesionales sanitarios, sino en los avances tecnológicos. Según indican, se pueden definir diferentes áreas en las que la innovación tecnológica tendrá un impacto relevante en el manejo y prevención del riesgo cardiovascular residual, por ejemplo, dispositivos de tecnología “vestible” o dispositivos electrónicos inteligentes, control de la hipertensión arterial a través de los relojes inteligentes o el manejo de macrodatos, datos masivo o big data.

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