Terapéutica

Sanidad supedita el uso del inhalador al criterio clínico, pero apuesta por los de menor coste medioambiental

Solamente un 40% de estos productos son depositados en los Puntos Sigre de las farmacias cuando concluye su uso
Javier Padilla y Héctor Tejero.

“La decisión de usar un tipo de inhalador u otro debe basarse en criterios clínicos y la valoración del paciente”, si bien ello no obsta para que desde el Ministerio de Sanidad se recomiende apostar por aquellos aparatos que tienen una menor huella medioambiental. Así lo ha asegurado este lunes, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, que ha comparecido junto con el responsable de Salud y Cambio Climático del gabinete de la ministra, Héctor Tejero para dar a conocer la nueva guía de recomendaciones sobre esta cuestión del Ministerio de Sanidad.

El objetivo del ministerio es priorizar los inhaladores con menor impacto  medioambiental, como medida para hacer frente al impacto que provocan la fabricación y uso de los denominados inhaladores presurizados, los de uso más habitual, y a los que ambos responsables sanitarios les atribuyen hasta el 10% del impacto medioambiental del conjunto en la producción de medicamentos.

“La decisión de usar un tipo de inhalador u otro debe basarse en criterios clínicos y la opinión del paciente”, asegura Padilla, quien añade que el documento de recomendaciones prioriza el velar por la estabilidad de los pacientes y por la disminución de las reagudizaciones en aquellos pacientes de nuevo diagnóstico, o en aquellos en los que haya que plantearse un cambio de inhalador por un mal control terapéutico o por una baja adaptación”.

En la actualidad, en términos generales, existen dos tipos de inhaladores; los de niebla fina y de polvo seco, los que tienen un impacto medioambiental mucho menor y los de cartucho presurizado, los más usados generalmente, y con un impacto mucho mayor en el medio ambiente. En 2023, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios señalaba que los inhaladores de cartucho presurizado suponían el 46% de los prescritos en el conjunto del SNS. Según los datos del Ministerio, el coste medioambiental de su fabricación supone unas 400.000 toneladas en emisiones de dióxido de carbono anuales; el equivalente al consumo de 85.000 hogares en un año.

Control de la enfermedad

La nueva publicación del Ministerio tiene por objetivo concienciar a todos los actores del sistema sanitario sobre el uso de estas herramientas y en ese sentido las recomendaciones abogan también por “evitar los sobrediagnósticos” y evitar que los use gente que no los necesitan; igualmente se plantea que los profesionales deben enseñar correctamente su uso a los pacientes, ya que según señalan desde el ministerio, “estos dispositivos se usan de forma inapropiada hasta en un 71% de las ocasiones.

Igualmente desde el ministerio se ha lanzado un llamamiento para concienciar sobre su depósito en los puntos Sigre de las oficinas de farmacia, una vez finalice su uso. Según explican, en la actualidad, solamente un 40% de estos productos son reciclados.

Por su parte Héctor Tejero ha señalado que este documento ha sido revisado por once sociedades científicas y se mantiene parejo a las indicaciones de la proposición no de ley aprobada el pasado años por el Congreso de los Diputados, en esta línea de reducción del impacto medioambiental.

Comentarios

guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments

Noticias relacionadas

Actividades destacadas