La Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) están trabajando en tres ejes de actuación para la prevención y control de la iatrogenia. Según señalan, es necesario trasladar a los ciudadanos que “más no es mejor ni garantiza mejores resultados y, además, puede causar daños, como duplicidades de tratamientos o exceso de pruebas diagnósticas”. Por ello, han consideran “necesario que el ciudadano sepa que un exceso de intervención es dañino” para él.
Así lo han señalado durante la celebración de una reunión de un grupo de trabajo en el marco del Congreso Internacional de Sobrediagnóstico. El objetivo que persiguen es “reducir el riesgo de daños innecesarios hasta un mínimo aceptable, conscientes de que el riesgo cero no existe” y en este camino abogan por abandonar la medicina defensiva para volver a una práctica basada “en el conocimiento y en el saber hacer”.
Ambas organizaciones consideran que la situación actual “hace vulnerable al sistema” y, por ello quieren implicar también a los ciudadanos para lograr un cambio cultural. Por ello, proponen “incluir la iatrogenia en la agenda política sanitaria, que sea tomada en consideración por parte de las instituciones y que se promueva la investigación para tener la información suficiente para saber realmente su impacto”.
El grupo está trabajando en un documento técnico de posicionamiento sobre este asunto. Tal y como explican, en él se acotarán los ámbitos de la iatrogenia, sus causas y determinantes, aproximará su impacto sobre los pacientes y la población, sobre los profesionales y sobre la sociedad. Asimismo, se estimarán los costes de la iatrogenia y se propondrá un baremo de daños que prevenga la medicina defensiva. El informe terminará con una propuesta de recomendaciones en la política sanitaria, para la gestión de centros e instituciones y para la gestión clínica y formación.