El flamante y polémico presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, ha recibido en su despacho de la Casa Blanca, junto al vicepresidente Mike Pence y el responsable de Energía y Comercio, Greg Walden, a representantes de la industria farmacéutica, encabezados por el presidente y CEO de la PhRMA, Setephen J. Ubl. Y aunque Trump ha reconocido el trabajo realizado por los laboratorios para llevar innovaciones al mercado, ha vuelto a manifestar la necesidad de reducir el precio de los medicamentos y de que las compañías americanas devuelvan su producción al país, comprometiéndose a agilizar los plazos para los fármacos sean aprobados.
"Vosotros habéis hecho un trabajo tremendo en estos años. Las compañías farmacéuticas estadounidenses habéis producido grandes resultados para nuestro país, pero los precios de los medicamentos son astronómicos y vamos a tener que reducirlos, para Medicare y para Medicaid, y sobre eso tenemos que hablar", dijo, en palabras a los representantes a la industria reproducidas en sus perfiles de Twitter y Facebook. "Por nuestra parte, nos comprometemos a agilizar el proceso para que vuestros productos sean aprobados", ofreció, en lo que sonaba a contrapartida.
Sobre la cuestión de los plazos, Trump hizo referencia expresa a la introducción de cambios en la FDA, de cara a agilizar sus actuaciones, para lo cual, dijo, "tenemos a una persona que yo creo que se podrá incorporar muy pronto, y que va a ayudar a ganar rapidez al proceso para que vuestros productos sean aprobados. Se acabaron los 15 años para aprobar un medicamento", y añadió: "He oído que lanzar un producto cuesta 2.500 millones de dólares y 15 años. ¿Es así? ¿Pese a que no existen problemas de seguridad? Me parece una locura", culminó.
Junto a estas cuestiones, el presidente de Estados Unidos habría reiterado a la industria otro de los mensajes difundidos en estos meses en relación con la relocalización de la producción de las compañías farmacéuticas. En ese sentido, volvió a pedir "la vuelta de las plantas de producción al país", y a cambio aseguró que terminará "con un gran número de regulaciones", en referencia a los requisitos que se piden actualmente para la acreditación de las plantas de fabricación y la aprobación de los productos.
Reacciones de la industria
Tras el encuentro, las reacciones de los representantes de la industria también se han producido. Concretamente, el presidente y CEO de la PhRMA ha calificado el encuentro con Trump como "positivo y constructivo", y centrado en la forma de mejorar la competitividad de Estados Unidos en el mundo, la creación de empleos y el reforzamiento de la industria farmacéutica nacional.
En lo que respecta a la contención de los precios, Ubl aseguró que la industria se toma en serio "las preocupaciones expresadas en lo que respecta a la accesibilidad de los tratamientos" y ha manifestado su compromiso de trabajar con la administración en esa dirección. Para ello, en todo caso, consideran fundamental "la reforma de la legislación vigente que impide a las compañías de seguros negociar mejores precios y aplicar fórmulas basadas en el valor que aportan los medicamentos".
La industria también incidió, según el CEO de la PhRMA, en "la necesidad de avanzar en tratados comerciales más fuertes que sirvan para equilibrar la competitividad del país en el mercado global, reformar el sistema impositivo para favorecer las inversiones y la creación de empleo en Estados Unidos y eliminar regulaciones desfasadas que suponen costes adicionales y minan la generación de innovación". Si se atiende a estas reivindicaciones, la industria podría crear, calculan, 350.000 puestos de trabajo en el país en 10 años.