La Comunidad Valenciana ha cifrado en más de 220 millones de euros los ahorrados durante el pasado año con la puesta en marcha de políticas de eficiencia en la gestión. Así lo ha explicado consejera de Sanidad Universal, Carmen Montón, durante una conferencia que ha impartido en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea, en la que ha enumerado las decisiones adoptadas desde su departamento para fortalecer la sanidad pública valenciana.
Entre las medidas de eficiencia, Montón se ha referido a la compra centralizada de medicamentos que ha supuesto una bajada de costes de 7,8 millones de euros en el 2016. Para este ejercicio la previsión de ahorro se sitúa alrededor 23 millones de euros más. En este sentido, para 2017 ha augurado más compras centralizadas.
En relación a la hepatitis C ha explicado que la región ha sido la comunidad que “más pacientes y por lo tanto la que más vidas salva”. Según ella, entre 2015 y 2016 se han tratado a 8.500 pacientes en la región con los nuevos antivirales de acción directa, con una eficiencia del 97%.
Según ha explicado, ese ahorro de 220 millones ha servido para “fortalecer la sanidad pública valenciana y los derechos de la ciudadanía”. En este sentido, ha citado la “la recuperación de derechos, las ayudas al copago y a la recuperación de la universalidad de la asistencia sanitaria”. En relación al copago ha señalado que en estos momentos 1,3 millones de personas se benefician de su eliminación: 915.000 personas que ya se han beneficiado de las ayudas para pensionistas y personas con diversidad funcional, a las que se unen los 405.000 menores de padres con rentas bajas.
Por último, en relación con los retos del futuro, la consejera ha enunciado que buscará transformar el modelo hacia la cronicidad; apostar por la investigación y la innovación, y orientar el sistema hacia el paciente a través de la humanización.