Los farmacéuticos andaluces no daban crédito a lo que veían sus ojos cuando han recibido el nuevo diazepam que se tenía que dar con las subastas. Una adjudicación que corresponde a Bluefish, la empresa sueca, y había estado desabastecido hasta esta misma semana.
No obstante, el asombro no ha parado al ver que se empezaba a servir este medicamento, sino que ha ido creciendo al observar que, según el cartonaje del medicamento, debería requerirse visado para su dispensación, algo que no es preceptivo para el caso del diazepam, según lo establecido por la Agencia Española de Medicamentos (Aemps).
De este modo, los farmacéuticos señalan que este medicamento no cumple con las normas de etiquetado de la Aemps en cuanto a la disposición del marco y el triángulo negro en el cupón precinto que informa de la necesidad de visado.
Otro error se refiere a la aparición simultánea del símbolo de ‘receta médica’ en un medicamento psicótropo que, como es lógico ya incorpora esa obligación de prescripción facultativa y, por tanto, no es preciso que el primero aparezca. De hecho no aparece en ningún otro psicotropo.
Por último, los farmacéuticos señalan también la aparición de lactosa como excipiente en este medicamento, lo que puede causar problemas e incompatibilidades a múltiples pacientes intolerantes.
No es una empresa sueca. Es India. De Bangalore