La Consejería de Sanidad de Baleares ha informado de la aplicación del 'Programa de atención a pacientes polimedicados de actuación preferente', en el que participan 12 centros de salud de Mallorca y por el que se ha revisado la medicación de 1.048 personas mayores. La iniciativa, impulsada por la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca, se centra en personas mayores de 75 años que toman más de diez medicamentos y tiene como objetivo la detección de posibles errores de medicación. Después de estudiar los casos, se han hecho propuestas de mejora de tratamiento a 1.015 pacientes, de una población de 12.000, entre los meses de mayo de 2016 y de 2017.
El Programa incluye la intervención de farmacéuticos de Atención Primaria, personal de Enfermería y médicos de Familia. Los primeros revisan sobre todo cinco aspectos de la medicación: la indicación, para ver si el medicamento está indicado, si hay duplicidades o si hay alguna indicación sin tratamiento; la eficacia, analizando si se están logrando los objetivos terapéuticos y si hay alguna interacción que pueda afectar a ese fin; la seguridad, investigando posibles interacciones que comprometan la seguridad y los riesgos de reacciones adversas, así como las últimas alertas por la Administración; el cumplimiento, para lo que utilizan una medida indirecta basada en el registro de dispensaciones en las oficinas de farmacia por medio del sistema de receta electrónica, y la eficiencia, analizando si hay alternativas más eficientes que ayuden a mejorar los indicadores de prescripción corporativos.
En lo que respecta al personal de Enfermería, sus tareas se centran en revisar el cumplimiento en la entrevista con el paciente por medio del test de Morinski-Green, con el que valoran la información que el paciente tiene sobre su tratamiento y algunos conocimientos básicos, como los relacionados con la administración de los fármacos acompañados de dispositivos complejos o que presentan alguna particularidad, como los inhaladores.
Por último, el médico de familia toma la decisión de aplicar los cambios oportunos, en consenso con el paciente, con el que decide la retirada o no de un medicamento determinado o si se introducen cambios en las pautas del tratamiento. "Las propuestas de mejora están hechas desde el marco teórico y no siempre son aplicables, porque se han probado previamente con malos resultados o bien por la resistencia del paciente a cambiar la medicación, etc.", explican.
En fase de seguimiento
Para la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca, que ha confirmado que el programa se encuentra actualmente en fase de seguimiento, "la atención a los pacientes con alguna enfermedad crónica y la polimedicación son dos de los grandes retos para mejorar la asistencia sanitaria". Y, en este sentido, indican que "más de un tercio de los casos urgentes en los centros de atención primaria presenta un resultado negativo asociado a la medicación y más del 70 % de los acontecimientos adversos se podrían prevenir".
Entre las posibles consecuencias adversas de la polimedicación señalan la falta de eficacia terapéutica o preventiva, las interacciones entre medicamentos, el incremento del número de ingresos hospitalarios, la alta morbimortalidad, el riesgo mayor de sufrir caídas y el uso ineficiente de los recursos sanitarios. Como problema añadido han identificado "el diseño de los envases y la apariencia de la medicación, que tampoco ayuda a las personas mayores a acertar qué pastilla toca". "El riesgo de cometer errores en la toma de la medicación aumenta con el número de medicamentos", concluyen.
Carmen Martínez, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados: 
Margarita de la Pisa, eurodiputada de Vox.: 
Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio): 
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad: 
Marciano Gómez, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana.: