El papel de los clínicos resulta clave para el desarrollo de la implantación de los biosimilares en el modelo sanitario. La confianza que generan tanto en el paciente como en sus propios compañeros de profesión de otras especialidades se considera determinante a la hora de contribuir a disipar las dudas. “Quienes estamos habituados a trabajar con ellos sabemos de su eficacia y las garantías que ofrecen, no sólo porque lo diga la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sino porque lo hemos vivido con nuestros propios pacientes”, destaca Fernando Muñoz, del servicio Digestivo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
Muñoz participó en el encuentro de expertos ‘La gestión de los biosimilares en Castilla y León’ organizado por Diariofarma en Valladolid, junto a la jefa del servicio de Reumatología del Complejo Asistencial de León, Trinidad Pérez, en representación de los clínicos. Ambos acumulan una dilatada trayectoria de trabajo con biosimilares en sus respectivas especialidades y consideran que su experiencia puede resultar útil en otros campos donde se prevé una progresiva llegada de estos novedosos medicamentos.
“Lo más difícil ha pasado”, opina Muñoz, quien recuerda las reticencias iniciales con las que se recibieron los primeros biosimilares, aunque el tiempo y la experiencia se han encargado de resolver esas incógnitas. “Hoy no hay duda de que son igual de efectivos que el fármaco de referencia”, resalta a su vez Pérez. La jefa del servicio de Reumatología de León pone asimismo de relieve que antes de su comercialización, estos tratamientos han superado unos controles de los organismos reguladores –especialmente la Agencia Europea del Medicamento- cuyo rigor demostrado da también confianza a los clínicos.
En este campo, los médicos creen que el papel de las sociedades científicas resultará determinante en la formación y elaboración de guías para que los profesionales de las distintas especialidades cuenten con unas directrices claras de cómo actuar.
Además de la formación y la información, los clínicos apuestan por la transparencia como otro elemento clave a la hora de continuar con la introducción de los biosimilares. “El paciente debe saber qué fármaco se le está poniendo, y los especialista debemos explicarles por qué se hace, que hay un motivo económico y de oportunidad pero al mismo tiempo darle la oportunidad de que tiene todas las garantías posibles”, insiste Fernando Muñoz, del servicio Digestivo del Hospital de Salamanca.
Precisamente, el presidente de la Asociación de Diabéticos de Valladolid, Javier García, que participó en el encuentro de expertos organizado por Diariofarma se suma a la demanda de mayor transparencia. “Los pacientes hemos dejado de ser un agente pasivo a un sujeto activo”, por lo que demanda mayor información para lograr el éxito de los tratamientos.
Como representante de la administración autonómica de Castilla y León, la directora técnica de Farmacia, Nieves Martín, destaca que la consejería de Sanidad ha apostado por la formación, la información y el convencimiento como las mejores fórmulas para promover el uso de biosimilares, con la difusión de los estudios disponibles a través de las plataformas web internas y la promoción de charlas y encuentros profesionales. “La implicación del profesional es fundamental”, destaca. En este sentido, considera necesario aprender de lo vivido en situaciones pasadas, como en los primeros años de los genéricos, donde se vivieron situaciones de “desinformación” similar a la actual, “un déjà vu” que afirma vivir la responsable de Farmacia, y que tiene presente para “cometer menos errores” que en aquél entonces.
Por parte de la industria, la directora de Farmacia de Sandoz, Gracia Espuelas, insiste en que la confianza del clínico y del paciente sólo se puede conseguir con “formación, información, con educación y también con experiencia”. En este punto recuerda que después de diez años de trabajo con biosimilares dentro del arsenal terapéutico se puede decir con tranquilidad que genera confianza. “Los nuevos que llegan siguen los mismo requisitos por parte de la EMA”, lo que a su juicio es una garantía y recuerda que el término biosimilar “es meramente regulatorio” ya que es un fármaco biológico como los de referencia y, además, en algunos casos “aportan innovación” como puede ser en los dispositivos de administración.
Por todo ello, Espuelas reclamó que los biosimilares se contemplen como “estrategia en los planes de salud a nivel regional y nacional” y de cara a su desarrollo como mercado solicitó un “entorno estable y sostenible en el tiempo”. De este modo, la representante de Sandoz reclamó “dar al biosimilar el valor que merece, más allá del precio”. Con ella coincidió el director general de Asistencia Sanitaria de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl), José Jolín, que consideró a los biosimilares “una línea estratégica muy interesante”.
Donde hubo unanimidad fue a la hora de vaticinar que los biosimilares han llegado para quedarse.
Texto y fotos: Pablo Álvarez
Para que los Biosimilares estén en el mercado es necesario que hayan demostrado al menos igual calidad, seguridad y eficacia que la molécula original. Y si el precio es realmente más competitivo, entiendo que la obligación de los gestores sanitarios es potenciar el uso de aquellas estrategias más eficientes. Después de tanta evidencia en el uso de biosimilares quedan ya pocas excusas para no querer adoptar ciertas posiciones.
¿Por qué razón tienen los gestores sanitarios que poner a los biosimilares como "estrategia en los planes de salud a nivel regional y nacional"? ¿Por qué no solicita mejor igualdad de valoración de los biosimilares con los productos con los que compite y no prioridad sobre el resto como está pasando?
El problema no es que haya biosimilares, sino que se elijan los biosimilares por serlo y no por su calidad o eficiencia