A pesar de las advertencias de la Unión Europea contra un Brexit a retazos, el Reino Unido va a hacer lo posible por mantenerse dentro de los procedimientos y la regulación comunitaria en materia de medicamentos al amparo de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
En la edición del lunes del Financial Times, varios ministros del gobierno británico aseguran que el país pretende permanecer en la EMA después del traslado de la agencia de su sede londinense a Ámsterdam.
Greg Clark, ministro de Comercio e Industria, ya se había mostrado partidario de tomar ese camino declarando que está a favor de que el sector químico del Reino Unidos siga rigiéndose por la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) y el ministro de Transporte, Chris Grayling, ha dicho que la industria de aviación se mantendrá en el marco regulatorio de la Unión.
Por otra parte, el responsable de la cartera de Sanidad, Jeremy Hunt, y Greg Clark firmaron una carta dirigida al diario económico el pasado mes de julio declarando su apoyo al plan de no separar la regulación sobre medicamentos de la EMA.
David Prior, que fue ministro de Ciencia hasta el pasado mes de octubre, ha declarado que sería “fantástico” que el Reino Unido siguiera perteneciendo a la EMA, y ha advertido que de no ser así el país sufriría consecuencias en forma de una disminución de la inversión.
Prior considera que, basándose en la dinámica habitual de las compañías farmacéuticas, que suelen solicitar la aprobación de la agencia estadounidense (FDA) en primer lugar y después en Europa, los pacientes británicos tendrían que sufrir las consecuencias de un retraso en el acceso a nuevas terapias, ya que irían después de los dos procedimientos anteriores.
Los citados ministros están de acuerdo, según el rotativo, en que romper con la Unión Europea en áreas como la aviación, los medicamentos y los productos químicos tendría un impacto nefasto en la economía del país. El precio que tendrán que pagar por ese Brexit “según para qué”, será aceptar el arbitraje del Tribunal Europeo de Justicia cuando surjan disputas o disparidad de criterios sobre pagos.