La Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU) hizo público recientemente su 'Annual Report 2017', en el que, además de hacer un repaso por los principales hitos del año pasado, incluido el avance asistencial (ver información publicada en Diariofarma), apunta algunos retos para el sector desde el punto de vista regulatorio, que se resumen en la implementación del Acto Delegado que sienta las bases para la verificación de medicamentos; la aplicación del Reglamento de Protección de Datos; la Directiva de reconocimiento de las cualificaciones profesionales; la discusión de la agenda de la salud de la UE, y el 'Brexit'.
En lo que respecta a la verificación, la PGEU reconoce que le queda un año por delante, hasta la entrada en vigor de la nueva regulación en febrero de 2019, "de trabajo conjunto con el resto de actores en el seno del EMVO, en el que cada uno de ellos va a tener que asegurarse de que está preparado para la autenticación, lo cual, en el caso de la farmacia, implica la adaptación de 159.000 establecimientos, repartidos por toda la Unión, que tendrán que disponer de los software y hardware correspondientes con conexión probada al repositorio nacional".
Sobre la aplicación de la nueva normativa de Protección de Datos, que entra en vigor este mes de mayo, la PGEU recuerda que este Reglamento obliga a las boticas, como a todas las profesiones sanitarias, a adaptarse a las buenas prácticas establecidas. El objetivo, dicen, "es mantener y reforzar la confianza de los usuarios con respecto a la información que suele ser recogida, garantizando la confidencialidad".
También queda pendiente la posible revisión, por parte de la Comisión Europea (CE), de la Directiva de Reconocimiento de las Cualificaciones Profesionales, que, en lo que respecta a la formación farmacéutica, no ha cambiado desde 1985. Es por eso que la Agrupación espera trabajar codo con codo con la CE para "aquellos cambios que puedan impactar en la profesión farmacéutica".
Prioridades en la agenda de la UE
Finalmente, la PGEU hace referencia a la esperada discusión entre los Estados miembro y las instituciones europeas, una vez que haya que abordar los próximos presupuestos a largo plazo, en el contexto del Marco Multianual de Financiación. Y es que aspectos como la defensa, la seguridad o las migraciones podrían desplazar, opinan, a otros como la salud pública. A este respecto, indican que, como es sabido, "la prosperidad económica y el crecimiento no pueden darse si no existe una buena salud". Por eso, la Agrupación trabajará con las instituciones para garantizar que este tema se mantiene en la lista de prioridades de la agenda de la UE, y con ella la lucha contra la resistencia a antimicrobianos, la vacunación, la planificación de los recursos humanos y la gestión de la innovación farmacéutica y tecnológica en salud.
Cabe destacar también la mención al Brexit, del que podrían derivarse implicaciones para la farmacia, como las relacionadas con la autorización de fármacos y tecnologías sanitarias, la disponibilidad de estos bienes, el reconocimiento de las cualificaciones profesionales o los acuerdos de comercio que afectan al sector farmacéutico.