Otsuka ha organizado el seminario 'El modelo de salud emergente. Implicación para los futuros y nuevos profesionales de la salud', que contó con la participación de Rafael Bengoa, experto en gestión sanitaria y salud pública, ex consejero de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco, quien advirtió, sobre la base de algunos datos sobre los recursos que se destinan a abordar la pluripatología y la cronicidad, que el actual modelo asistencial, caracterizado por la fragmentación entre Atención Primaria, atención hospitalaria y los servicios sociales, y la concepción del paciente como sujeto pasivo, no sirve para gestionar el reto demográfico que se vive en toda Europa.
"El modelo que tenemos está siendo insostenible, es necesario transformarlo", habría asegurado Bengoa, quien llamó a virar hacia una organización sanitaria que permita un seguimiento eficaz de los crónicos, lo que redundará en un sistema sostenible. Para ello, desaconsejó la privatización y recomendó la integración de cuidados para que la continuidad asistencial sea real. También resaltó como aspectos clave el empoderamiento del paciente, para que pueda codiseñar la atención que va a recibir, y el apoyo de la tecnología a través de la telemedicina: "Si transformamos el modelo de esta manera podemos estar 50 y 100 años más con un sistema público de salud".
Concretamente, entre las herramientas a disposición de los gestores para llevar a cabo esta reforma citó las pirámides de estratificación de la población, que marcan intervenciones diferentes según el número y grado de las patologías; el control de hasta 12 enfermedades de manera telemática; la historia clínica electrónica; la telemedicina, etc.. "Hay que hacer más atención primaria, más prevención, más control en casa de manera telemática, para que esos pacientes crónicos tengan un buen seguimiento y no tengan que acudir a urgencias, la parte más cara del sistema, o ingresar en un hospital, la segunda parte más cara", prosiguió.
Asimismo, aconsejó a los futuros médicos que, cuando se encuentren ante sus pacientes les escuchen y les den voz, y citó un estudio sobre 115 ensayos clínicos que demostraría que, cuando la decisión final es compartida, disminuyen las cirugías programadas un 20% y las tasas de infección un 40%.
A la vez que llamó a los clínicos a escuchar a sus pacientes, animó a las autoridades a prestar atención a los clínicos, ya que, dijo, "las mejores soluciones vienen desde abajo, el cambio no se puede hacer sin la participación de los médicos, no sirve si solo está en manos de los políticos".