Roche ha informado de la elaboración de un informe, por parte de un grupo de expertos, con el objetivo de proponer medidas óptimas y factibles para mejorar el Sistema Nacional de Salud (SNS) y, concretamente, para analizar la posibilidad de impulsar un modelo de precio por indicación y los cambios necesarios para hacerlo realidad.
El grupo de expertos ha estado formado por Carlos Campillo (Centre de Recerca en Economia i Salut, Barcelona School of Management, Universitat Pompeu Fabra), Jaume Puig-Junoy (Departament d’Economia i Empresa, Universitat Pompeu Fabra; Barcelona-School of Management), José Luis Segú (Unitat de Farmacia Clinica i Farmacoterapia de la Facultad de Farmacia, Universitat de Barcelona) y Marta Trapero-Bertran (Institut de Recerca en Avaluació i Polítiques Públiques, Universitat Internacional de Catalunya). Éstos han revisado 89 estudios, de los que se incluyeron 26 artículos que cumplían los criterios definidos y se consideraron relevantes para los objetivos de la revisión.
El análisis se ha centrado, por un lado, en experiencias en fijación de precios y condiciones de acceso en otros países en medicamentos con indicaciones múltiples, en monoterapia o en combinación con otros tratamientos; en cómo se comporta la regulación de precios en España cuando un fármaco recibe una autorización nueva, y en cómo mejorar la eficiencia y sostenibilidad.
Del análisis se extraería la necesidad de desarrollar modelos de precio basado en indicación, que son una extensión del conocido precio basado en valor aplicado a cada indicación de un fármaco. "El precio uniforme tiende a tener consecuencias negativas, ya que algunas indicaciones de menor valor no se reembolsan si el precio fijado se fundamenta en una indicación de alto valor", apuntan. Y añaden: "Además, el precio único puede desincentivar la inversión en nuevas aplicaciones de un medicamento ya conocido".
Reconocen, no obstante, que el modelo teórico del precio por indicación resulta complejo a la hora de convertirse en algo práctico. En las zonas estudiadas, principalmente la Unión Europea, Estados Unidos y Australia, las soluciones adoptadas serían dispares.
Propuestas para el precio por indicación
Como soluciones, se proponen desarrollar distintas marcas para un mismo producto en función de su indicación, una opción que, afirman desde la compañía, "puede generar problemas a la hora de aplicarse cuando la diferencia es grande en precio y las dosis apenas varían". Otra de las opciones sería la de un precio único mixto calculado como promedio, una solución que, no obstante, no resuelve el problema del distinto valor aportado por cada indicación.
El tercer modelo aplica un precio único ajustado a la indicación con mayor valor, pero aplica descuentos diferenciales para indicaciones con menos valor añadido. Modelos similares se estarían aplicando, explican, en países como Italia y, parcialmente, Reino Unido.
Para trasladar todo eso a España, el citado grupo de expertos habría establecido una serie de líneas de acción: un cambio normativo que permita el paso del precio único al precio por indicación; adaptar el proceso de decisión de precio y financiación, haciendo más transparentes y claras las reglas del juego; desarrollar sistemas de información y registro adecuados y orientar el SNS a resultados, así como el consenso, la coordinación y el desarrollo de experiencias piloto.