El Gobierno de Cataluña ha anunciado un plan de compensaciones para los profesionales del sistema público de salud y de residencias que han trabajado durante la parte más intensa de la epidemia. Lo han anunciado el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, la consejera de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Meritxell Budó, y la consejera de Salud, Alba Vergés.
Concretamente, los profesionales que trabajaron en esta emergencia entre el 1 de marzo y el 31 de mayo, tanto presencial como telemáticamente, recibirán una compensación económica en la nómina del mes de agosto que, según la profesión y el tiempo de trabajo presencial realizado, que oscilará entre los 350 euros (caso del personal no sanitario con menos del 50% de labor presencial) y los 1.350 euros (facultativos con más del 80% de trabajo presencial. También se incluyen complementos salariales para los residentes.
Además, en el caso de los profesionales que hayan estado de baja por la Covid-19, dicha baja se contará como tiempo de trabajo efectivo.
"En total, este reconocimiento -contenido en un decreto ley que el Gobierno deberá aprobar el martes próximo- permite una compensación equiparable a la que ya han hecho otros países, como Francia o Bélgica", indican desde la Generalitat.
También se han previsto complementos de productividad extraordinarios para los profesionales de las residencias. Concretamente, aquellos que hayan prestado sus servicios, de forma mayoritariamente presencial, a centros de servicios sociales de carácter residencial de personas mayores, discapacidad intelectual y física entre el 1 de marzo y el 31 de mayo, percibirán entre 900 euros (auxiliares de Geriatría, coordinador asistencial, facultativos y enfermeras) y 500 euros (profesionales no sanitarios).
Uno a este reconocimiento al desempeño durante la pandemia, el Gobierno catalán ha anunciado que durante los años 2021 y 2022 incluirá en los presupuestos partidas de unos 40 millones de euros "como reconocimiento al esfuerzo continuado que los profesionales deberán hacer durante los próximos meses para, entre otros, recuperar actividad que se ha dejado de hacer debido a la Covid-19".
Las medidas de compensación para la labor frente a la pandemia ascenderían a los 140 millones de euros, mientras que este plan para 2021 y 2022 sumará otros 80 millones de euros adicionales. Pretenden pactar estas mejoras con las organizaciones sanitarias y los sindicatos.
El vicepresidente ha subrayado que este reconocimiento profesional es una manera de agradecer "el sobreesfuerzo y el compromiso" de los profesionales durante la crisis sanitaria, y consideró la medida como un "primer paso" en el objetivo de "reforzar y hacer avanzar el sistema sanitario, y con él el resto de pilares del estado del bienestar ". "Es necesario que los aplausos merecidos y necesarios se pase a un reconocimiento profesional, como primer paso hacia el fortalecimiento del sistema de salud de nuestro país, también merecido y necesario", remarcó Aragonés antes de explicar que la ampliación de los presupuestos que el Gobierno prepara actualmente supondrá un avance en esta dirección,"ya que la Covidien-19 ha puesto de manifiesto algunas necesidades estructurales que hay que abordar con carácter de urgencia" .
La consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Meritxell Budó, se ha referido también a otros colectivos de la Administración Pública que han realizado servicios básicos esenciales, de forma presencial y más allá de su jornada laboral para combatir la Covid-19 y ha anunciado que desde el Departamento de Políticas Digitales y Administraciones públicas y desde el Departamento de Vicepresidencia, Economía y Hacienda "están terminando de encontrar una respuesta para estos colectivos".
Por su parte, Vergés ha subrayado que la situación vivida "ha supuesto", dijo "un cambio de forma brusca en las formas de trabajar, definición de nuevas tareas, alargamientos de jornadas, cambios de ubicación y enfrentamiento a nuevas realidades de forma continuada", situación a la que los profesionales habrían respondido con "vocación, trabajo riguroso y la cooperación interdisciplinar", instrumentos básicos para hacer frente a la "incertidumbre de una enfermedad desconocida, muchas veces brutal, que ha dejado historias personales muy dolorosas".