La asparaginasa es un tratamiento que ha marcado un antes y un después en el tratamiento de la leucemia infantil. Sin embargo, no siempre hay una buena respuesta ya que, prácticamente, un 15% de los pacientes no responde a la terapia. María Micaela Viña y Fernando Gutiérrez, del Hospital de La Candelaria y el HUC, respectivamente, han validado hace unos años una técnica rápida, barata y sencilla, para corregir esa situación. El objetivo ahora es extenderlo a todo el país.
Según explica Fernando Gutiérrez, farmacéutico jefe de la Unidad de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), de cara a 2021, a través de la colaboración con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) se quiere poner en marcha un proyecto nacional de monitorización a nivel nacional; obtener la capacidad de formar a todos los centros y desarrollar un programa formativo que pueda ser seguido por todos los profesionales de farmacia hospitalaria.
“Existen muchas personas interesadas”, asegura Gutiérrez para poner en marcha un proyecto que califica de “sencillo, eficaz” y además con un bajo coste.
El trabajo que han venido desarrollando estos dos profesionales ha sido ya reconocido y premiado. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y Farmacia Hospitalaria lo galardonó con el primer premio a los trabajos de investigación en su VII Congreso.
El trabajo consiste en hacer un cambio en la rutina del tratamiento con asparaginasa. Este tratamiento, cuyo objetivo es destruir los aminoácidos de permiten crecer la célula tumoral, se revela decisivo en los casos de leucemia infantil. Sin embargo, un 15% de los pacientes no responden al tratamiento, “porque simplemente los niveles en sangre de este fármaco no son los adecuados”, explica Gutiérrez.
A través de la monitorización de la actividad y el uso de un kit colorimétrico para examinar la cantidad de fármaco en sangre se consigue una optimización del uso del medicamento con una mejora significativa de resultados.
A lo largo de un año ambos investigadores recabaron muestras de 18 pacientes de pediatría y finalmente determinaron que esta técnica, que tan solo requiere tener una muestra de sangre del paciente después haberle administrado la dosis marcada en las guías clínicas, ofrece muchos beneficios. "Si comprobábamos que no había actividad, se le ponía otro fármaco parecido o se le aumentaba la dosis", afirma Gutiérrez.
Gutiérrez destaca que este estudio “es un ejemplo más de cómo la investigación independiente puede ayudar a cubrir necesidades terapéuticas que tenemos en nuestros hospitales”. Y además de hacerlo de una forma eficiente, ya que el coste de un kit de este tipo, plenamente normalizado en los servicios hospitalarios, tiene un coste de 15 euros y los resultados están disponibles en dos horas.
Objetivo: extender su uso
La técnica ya está implantada en la práctica clínica del HUC y ahora el objetivo es extender su uso. Aunque son varios los profesionales que han acudido a este centro hospitalario para conocer la técnica, 2020 no ha sido un año que haya permitido la expansión y la formación de profesionales, al margen de la pandemia de covid-19.
El objetivo de los investigadores es “darle un sentido clínico a esta técnica, lo que se denomina comúnmente como innovación sanitaria”.
"Hemos sido capaces de incorporar esta técnica al sistema y ponerlo en práctica, hemos dado valor a una invención que nadie utilizaba", asegura Fernando Gutiérrez. Los efectos han sido los lógicos; “nos ha llamado mucha gente para que le contemos cómo lo hacemos", asegura.
Ahora el objetivo es trasladar la experiencia y la formación a todos los centros.
El gran objetivo sería conseguir iniciar en este 2021 un proyecto a escala nacional para la monitorización de pacientes. Un proyecto con el que ya se está trabajando con la SEFH y otras sociedades científicas, porque según explica el responsable de investigación del HUC; este trabajo “requiere coordinación y la participación de muchos profesionales como analistas, farmacéuticos, pediatras y hematólogos·”.
Igualmente se quiere conseguir a partir de este año se pueda conseguir formar a profesionales de todos los centros a través de un programa de formación propio de la SEFH que permita que en todos los servicios de Farmacia Hospitalaria exista al menos un especialista para desarrollar esta técnica.