La Comisión Europea trata de evitar que las compañías con las que mantiene contratos vendan a terceros países las dosis fabricadas en Europa, si no son capaces de cumplir con el reparto prometido.
Se trata, según ha indicado el organismo europeo de una medida de “transparencia”, con todas las compañías que han firmado contratos para la provisión de dosis a la UE. No obstante la media se activa justamente en el momento de escalada máxima de tensión entre la propia Comisión y AstraZeneca. La compañía británica hace ya dos semanas anunció que no iba a poder cumplir con el calendario pactado de entregas y se ha negado a dar “explicaciones aceptables”, según la propia Comisión Europea.
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides anunció la intención de aplicar este régimen de vigilancia, que probablemente se pondrá en marcha este mismo viernes 29 y se mantendrá en vigor durante el primer trimestre del año, con posibilidad de renovación.
La razón que esgrimió Kyriakides para poner en marcha este sistema es la necesidad de “controlar cuantas dosis” que han sido producidas en la UE salen de ella y para “rendir cuentas al contribuyente europeo, cuyo dinero ha sido utilizado para facilitar la producción de dichas vacunas”.
Todas las compañías farmacéuticas deberán informar a cada país sobre su intención de exportar vacunas fuera de la UE y además tendrán que consignar, donde han sido producidas, la cantidad y el lugar al que se envían.
Serán las autoridades nacionales las encargadas de evaluar las peticiones a través de “criterios legales sólidos”, que no han sido especificados. Quedarán al margen de este control específico, aquellas exportaciones dirigidas a países de bajos recursos.
Kyriakides calificó de “justo”, el que los países miembros puedan acceder a esta información. Igualmente asegura que las exportaciones serán permitidas en la mayoría de los casos y solamente se actuará cuando se pueda comprobar que esas vacunas corresponden a los contratos firmados entre la UE y los laboratorios.
La UE ha adquirido un total de 2.300 millones de dosis a ocho laboratorios. Los contratos, además de la compra en si, incluyen partidas para aumentar la producción dentro de la UE.