La patronal de la industria farmacéutica europea (EFPIA) ha solicitado a la Comisión Europea que no restrinja las exportaciones de vacunas de covid-19. El comunicado de la EFPIA se realiza después de que la Comisión anunciara ayer el endurecimiento de las normas para evitar que se puedan vender a terceros las vacunas producidas en la UE.
Aunque la EFPIA indica que los detalles de la propuesta de la Comisión para crear el mecanismo de visibilidad “siguen sin estar claros”, asegura también que “es vital que las medidas propuestas no tengan otros impactos negativos en las exportaciones de vacunas o la importación de la fabricación de vacunas clave”.
La EFPIA asegura entender “la frustración causada por los informes recientes sobre reducciones temporales en las cantidades de vacunas covid-19 que se entregan a la Unión Europea”.
El covid-19 “nos afecta a todos y, como a muchos en Europa, seguimos contando el devastador costo humano y económico de esta pandemia. Compartimos el deseo de hacer llegar vacunas seguras y efectivas a la mayor cantidad de personas posible, lo más rápido posible”.
Para la patronal, “fabricar miles de millones de dosis para los ciudadanos de toda Europa y de todo el mundo es un desafío sin precedentes que involucra a múltiples socios, que trabajan las 24 horas sin comprometer la calidad o la seguridad de las vacunas”.
Igualmente indica que, “las fluctuaciones en el suministro de dosis, por frustrantes que sean, pueden ser una característica de la fabricación de productos biológicos complejos”.
Las manifestaciones de la EFPIA se producen en plena confrontación entre la Comisión Europea con la compañía británica AstraZeneca. Este laboratorio, cuya vacuna no ha recibido aún la autorización de uso urgente en la UE aunque se prevé inminente, anunció hace dos semanas que no podría suministrar a la UE las cantidades de vacuna comprometidas. La Comisión estimó que el laboratorio no había dado “las explicaciones suficientes” para justificar el retraso.
A partir de ese momento autoridades europeas y empresa han subido el nivel del enconamiento. El último paso por parte de la Comisión ha sido el anuncio de la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, de poner en marcha un mecanismo de transparencia, con el que se trata de evitar que las compañías con las que mantiene contratos vendan a terceros países las dosis fabricadas en Europa, si no son capaces de cumplir con el reparto prometido.
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides anunció la intención de aplicar este régimen de vigilancia, que probablemente se pondrá en marcha este mismo viernes 29 y se mantendrá en vigor durante el primer trimestre del año, con posibilidad de renovación.
La razón que esgrimió Kyriakides para poner en marcha este sistema es la necesidad de “controlar cuantas dosis” que han sido producidas en la UE salen de ella y para “rendir cuentas al contribuyente europeo, cuyo dinero ha sido utilizado para facilitar la producción de dichas vacunas”.
Todas las compañías farmacéuticas deberán informar a cada país sobre su intención de exportar vacunas fuera de la UE y además tendrán que consignar, donde han sido producidas, la cantidad y el lugar al que se envían.
Kyriakides calificó de “justo”, el que los países miembros puedan acceder a esta información. Igualmente asegura que las exportaciones serán permitidas en la mayoría de los casos y solamente se actuará cuando se pueda comprobar que esas vacunas corresponden a los contratos firmados entre la UE y los laboratorios.