A lo largo de la última década el crecimiento sector biotecnológico español ha incrementado su consolidación en el capital riesgo, con una inversión de más de 740 millones de euros. En el último año la inversión privada se ha incrementado casi un 50%.
Estos son algunos de los datos que se han señalado hoy en el BioDesayuno Biospain 2021 en el que han participado la presencia de Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), María Eugenia Lecumberri, directora de inversiones de la Sociedad de Desarrollo de Navarra (Sodena,), y Raúl Martín-Ruiz, partner en Ysios Capital.
Biospain 2021 se convertirá en el evento de referencia del sector biotecnológico español y que en esta edición año, se celebrará en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra-Baluarte, en Pamplona, en colaboración con el Gobierno de Navarra y Sodena, del 27 de septiembre al 1 de octubre de 2021 en formato híbrido y espera reunir a más de 1.500 profesionales del sector tanto nacionales como internacionales.
El objetivo del encuentro es fundamentalmente abordar los puntos fuertes del sector ‘biotech’ en nuestro país y conocer cuál puede ser el impacto del Plan de Recuperación en este ámbito y posibles fórmulas de colaboración público-privada. Actualmente España es novena potencia en producción de conocimiento científico en biotecnología, “sin embargo, se encuentra ante el reto de transformar esa ciencia en un tejido industrial innovador y sostenible”.
Los expertos reunidos aseguran que nuestro país “no ha dejado de consolidarse como potencia científica, especialmente en el ámbito de la biotecnología y las ciencias de la vida y más aún en estos tiempos de pandemia”.
Según señalaba Arocena, “desde hace una década, las inversiones internacionales se han ido incrementando hasta rozar en 2020 los 100 millones de euros el volumen de las operaciones con participación internacional. Además, la inversión privada ha dado un salto de casi un 50% en pandemia”.
Sin embargo, para el director de AseBio, “nuestro sistema de ciencia e innovación no se corresponde con el potencial económico de nuestro país”.
En ese sentido indicaba que “mientras que la inversión privada en el sector ‘biotech’ ha ido creciendo en los últimos años, la inversión pública no ha alcanzado los valores de 2015 ni tampoco los de 2010, año en que la cantidad de ayudas suponía el doble que en 2020.
Arocena considera que “debemos seguir avanzando en convertir esa ciencia en soluciones que se fabriquen en España, que lleguen a la sociedad, sobre las que siga creciendo y consolidándose una industria del conocimiento”. La inversión privada es, en su opinión, “crucial para que esto ocurra”.
Martín-Ruiz comparte los mismos argumentos al señalar que “los agentes inversores especializados en este sector jugamos un papel esencial a la hora de canalizar los fondos de inversión privados hacia las empresas biotechs, ya que suponen su principal vía de financiación”.
Por su parte, María Eugenia Lecumberri, directora de inversiones de Sodena, ha defendido la colaboración público/privada, ya que en su experiencia, “los apoyos financieros que ofrecemos son en coinversión con los representantes privados más activos del entorno, por tanto, son en las mismas condiciones que el resto de agentes inversores”.
Esto, según explica, “se traduce en apoyos adicionales a proyectos que van consolidando sus resultados y que gracias a esta financiación pueden afianzarse, crecer y avanzar en sus desarrollos y a proyectos nuevos con unas perspectivas muy interesantes en el medio plazo”. “Desde Sodena tenemos el compromiso de seguir apoyando al sector y haciéndolo crecer”, asegura Lecumberri.
En relación a la celebración de Biospain en Pamplona, la directa de inversiones asegura que “en un evento como este se van a presentar proyectos nuevos, se van a compartir soluciones e innovaciones y se van a cerrar oportunidades de negocio para hacer crecer el sector y fortalecer todos los vínculos”.
Mientras que Martín-Ruiz asegura que Biospain va a ser “un escaparate” para “identificar las oportunidades y los riesgos”.
Martín-Ruiz, asegura que “el país dispone de centros científicos de excelencia, escuelas de negocio de reconocido prestigio y un interés cada vez mayor en el emprendimiento y el fomento de la transferencia tecnológica”. “El registro actual de rondas de financiación de importes elevados, la presencia de inversores internacionales, los casos de éxito de compañías que han completado muy satisfactoriamente el ciclo inversión, gestión, desinversión, son hechos que están marcando un antes y un después”.