“España es un país con unas coberturas de vacunación excelentes en comparación con otros países”. Sin embargo, a nivel mundial, “el 55% de la población ha recibido al menos una dosis de vacuna, pero si miramos los países pobres, solo un 7% de estos países ha recibido alguna dosis. Aquí es donde tenemos el gran problema y donde tendríamos que luchar todos para conseguir que la cobertura de vacunación aumente”.
Así lo ha asegurado Magda Campins, investigadora del grupo de investigación de epidemiología y Salud Pública del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y presidenta del Comité Científico Asesor de la covid-19, en la primera conferencia organizada por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), con el patrocinio de Sanofi, en el marco del ciclo de Tertulias covid-19 que se ha puesto en marcha este año.
“Llevamos casi 2 años de pandemia y vamos teniendo olas, una detrás de la otra, aunque el impacto, como sabéis, es menor en cuanto a hospitalizaciones y mortalidad gracias a las vacunas”, explicó. En este sentido, Campins expuso que “en España, desde que se empezó con la vacunación, en la cuarta y la quinta ola se vio claramente que, a pesar de que el número de casos fue importante, el impacto sobre la mortalidad fue muy menor que en las anteriores”. En cuanto a la incidencia actual de Covid-19, la doctora apuntó que “estamos en una tendencia claramente ascendente”.
Según expuso la presidenta del Comité Científico Asesor de la covid-19, actualmente, “se está viendo un desplazamiento de la infección hacia la edad pediátrica y, sobre todo, hacia los niños más pequeños de once años. Por otro lado, “la afectación en las escuelas es sobre todo en las de Primaria. Esto se debe al hecho de que los niños a partir de 12 años se vacunaron en verano y esto hace que estén más protegidos que los niños más pequeños”. Precisamente, “este es uno de los motivos por los cuales se ha recomendado la vacunación de los niños de 5 a 11 años. No tanto por la gravedad de la enfermedad, puesto que en niños esta no es grave, pero sí por el impacto que está teniendo a nivel escolar y en la normalización de la vida de los niños más pequeños”, concretó.
La segunda parte de la sesión constó de varias preguntas que los colegiados trasladaron, y que se dividieron en cuatro bloques: enfermedad, epidemiología, vacuna y restricciones.
Dentro del primer bloque, una de las preguntas fue cómo se está produciendo la convivencia de la covid-19 con otras infecciones víricas como la gripe. Campins respondió que “el año pasado sorprendió que el SARS-CoV-2 ocupó todo el nicho ecológico de todos los virus respiratorios. Este año las expectativas son que, probablemente, habrá epidemia de gripe y, de hecho, ya se han empezado a detectar casos de gripe, aunque no con una frecuencia muy alta, puesto que son muy pocos casos todavía. Aun así, todavía no estamos en la época en que es habitual la epidemia de gripe, puesto que normalmente tenemos el pico máximo en el mes de febrero.
En relación a la variante Ómicron, otras de las grandes cuestiones de la jornada, la doctora explicó que “su transmisibilidad es muy superior a la delta, es mucho más contagiosa” y que “en Reino Unido están viendo que el número de casos de Ómicron se doblan cada dos días y medio, esto es una transmisibilidad muy alta”. Y añadió: “La sintomatología es la misma (fiebre, tos, resfriado). En estos momentos, todavía no tenemos suficientes datos para valorar si es más grave o no”.
En cuanto a la efectividad de la vacuna ante la nueva variante, Campins concretó que “con dos dosis de AstraZeneca, prácticamente, se ha perdido la protección, es por eso que las personas de 60 a 69 años que han recibido las dos dosis de AZ es muy importante que se pongan una tercera dosis de Pfizer o de Moderna rápidamente”. Por otro lado, “según un estudio, con dos dosis de la vacuna de Pfizer hay una pérdida de la protección, pero sabemos que con una tercera dosis llega a un nivel de anticuerpos neutralizantes que prácticamente vuelve a poner la protección al mismo nivel que se tenía con la delta”, detalló.
Preguntada sobre si las personas vacunadas pueden tener la misma carga viral que las no vacunadas, respondió que sí y que las personas vacunadas pueden ser igual de transmisoras. Y añadió: “Aunque las personas vacunadas se pueden infectar y su carga viral puede ser igual a la de las no vacunadas, su probabilidad es un 50% inferior. Y es que la efectividad de la vacuna para evitar la infección es de un 50%”.
En relación con las restricciones y las medidas que se estaban tomando hasta el momento en nuestro entorno, como el certificado covid, la doctora destacó que “el uso del certificado está teniendo un impacto en la vacunación. Por tanto, ha sido útil y creo que lo tenemos que mantener. También creo que se tendría que extender al ámbito de los profesionales sanitarios de hospitales y residencias. No soy partidaria de la vacunación obligatoria, puesto que creo que puede generar rechazo, como estamos viendo en otros países. El certificado no es vacunación obligatoria, pero sí que es obligación de presentar una serie de pruebas asegurando que no estás infectado en aquel momento”.
La secretaria del COFB, Aina Surroca, que moderó la jornada, pidió a la ponente un balance del papel de las oficinas de farmacia en el control de la pandemia. “Desde las farmacias comunitarias estamos participando en la supervisión de los test de antígenos del cribado escolar y también los dirigidos a población general. Se han supervisado más de 150.000 test y se han detectado más de 2.000 positivos”, destacó.
En este sentido, la doctora expuso que “ojalá se hubiera hecho antes, cuantas más manos seamos ayudando a combatir esta pandemia, mejor. Y creo que los farmacéuticos estáis en una situación privilegiada, porque tenéis un contacto muy directo con la población”. Y añadió: “Las oficinas de farmacia habéis estado siempre abiertas y vuestra implicación ha sido fundamental.”
Nicolas Gonzalez Casares: