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La Estrategia de Investigación e Innovación en Salud andaluza incorpora la igualdad de género

El documento añade un programa específico que recoge objetivos como fomentar el equilibrio de género en las convocatorias competitivas de ayudas, favorecer el liderazgo de la mujer en la ciencia o potenciar su visibilidad
Consejeria de Salud de Andalucia

Promover la mejora de las condiciones laborales y las medidas organizativas que afectan a la igualdad de género; fomentar el equilibrio de género en las convocatorias competitivas de ayudas y comités de evaluación; favorecer el liderazgo de la mujer en la ciencia y promover su visibilidad, son los objetivos del programa específico de Igualdad de Género que incorpora la Estrategia de I+i en Salud 2020-2023, impulsada por la Consejería de Salud y Familias

Este documento nace del trabajo realizado el pasado año por un grupo asesor de profesionales, que analizó las principales barreras que se encuentran las mujeres para desarrollar plenamente la carrera científica, participar en órganos de decisión o posiciones de liderazgo, así como las dificultades para que la ciencia incorpore esta perspectiva en los diseños metodológicos de sus proyectos.

Fruto de este análisis, se están poniendo en marcha diferentes medidas que son evaluadas semestralmente para determinar si son efectivas para cumplir los objetivos marcados. Así, por ejemplo, se prevé el aumento de la presencia de las mujeres en comités de evaluación y paneles de convocatorias, el incremento de mujeres con posición de liderazgo en la firma de publicaciones científicas y patentes, además del crecimiento del número de mujeres liderando grupos y otras estructuras de investigación.

Para el secretario general de Investigación, Desarrollo e Innovación en Salud, Isaac Túnez, “este programa específico de igualdad de género era fundamental para convertir a la Estrategia de I+i en Salud en un instrumento de vanguardia que ordene e impulse el desarrollo y generación del conocimiento biomédico y sanitario y la innovación dentro del SSPA”. “Para ello -añadió- es esencial abordar las desigualdades existentes y diseñar acciones evaluables que nos permitan conseguir la igualdad efectiva en el campo de la I+i en salud en Andalucía”.

La Estrategia, presentada en septiembre de 2020, se vertebra en 5 líneas maestras, como son consolidar el valor de la I+i en salud por y para la sociedad, mediante el desarrollo de un conocimiento de excelencia; posicionar la Investigación e Innovación  de Andalucía a nivel nacional e internacional; estimular y facilitar la colaboración público-privada; favorecer la captación de talento; y potenciar la I+i en genómica, terapias avanzadas y enfermedades raras junto al desarrollo de la medicina móvil, macrodatos (‘big data’) e inteligencia artificial con el objetivo de avanzar en la medicina personalizada.

A su vez, estas líneas maestras se desarrollan a través de 3 ejes estratégicos, que se concretan en la promoción de la I+i en el Sistema Sanitario Público de Andalucía, en la captación de recursos y en el desarrollo de capital humano para la generación de conocimiento biomédico transnacional, y que se traducen en distintos planes, programas y objetivos que se desarrollarán a través de 35 acciones específicas.

Tras la evaluación realizada del pasado año, el balance de la Estrategia de I+i en Salud es positivo por cuanto, por ejemplo, en 2021 se ha conseguido aumentar las incorporaciones del personal investigador hasta un 75% con respecto a 2020 y crecer en captación de financiación, con gran importancia en las ayudas internacionales.

En este sentido, desde la Consejería de Salud y Familias se ha destacado que en 2021 se han duplicado los fondos internacionales captados para investigación respecto al año anterior (6,7 millones de euros, frente a 3,2 del año anterior), fruto de una tendencia general de incremento en la captación de fondos, con más de 100 millones de euros en el ejercicio anterior.

Asimismo, el balance que realizaron los grupos de trabajo que realizan el seguimiento de la Estrategia de I+i, ha puesto en evidencia un nuevo indicador positivo, como es el incremento de un 11% en el número de proyectos de investigación activos en atención primaria (71 proyectos) así como una tendencia al alza en el número de estudios clínicos puestos en marcha para conocer mejor determinadas patologías y poder encontrar vías de tratamiento a las mismas.

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