El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha avalado una estrategia “de cautela, aunque no la alarma” ante la crisis provocada por el aumento exponencial de los contagios de Covid-19 en China. Según explican, “en Europa y particularmente en España la inmunización por vacunación o por haber padecido la enfermedad crea una protección que haría prácticamente imposible repetir la traumática experiencia de la primera ola”.
No obstante, explican, existe una lógica inquietud por la situación en China: la perspectiva de centenares de miles, o quizás millones de casos de SARS-COV-2 en una población con un bajo nivel de inmunidad, anticipa una morbimortalidad que puede ser dramática, así como un desbordamiento de sus recursos asistenciales; pero también supone dar oportunidades al coronavirus para generar nuevas variantes o sub-variantes que puedan extenderse a nivel mundial.
En opinión del CGCOM “es importante que la Organización Mundial de la Salud, como autoridad sanitaria internacional, tenga la capacidad y el poder para desarrollar su función de vigilancia epidemiológica global, y monitorice la evolución de la pandemia en China. También la Unión Europea debería coordinar las medidas de vigilancia activa para controlar la posible expansión de la Covid-19”.
En el caso de España, los médicos considera que las medidas de control de fronteras (test y certificados de vacunación con vacunas autorizadas por la OMS para pasajeros provenientes de China), deben ser, vigilancia activa y secuenciación de muestras para analizar la aparición de variantes, y estímulo a la vacunación COVID en la población española (particularmente en los grupos etarios donde se ha objetivado un cierto retraso en la revacunación).
El CGCOM considera que en el contexto actual la entrada de ciudadanos provenientes de China debe de contar con la doble condición de prueba PCR negativa, así como el certificado de vacunación COVID.
La coordinación entre autoridades sanitarias central y autonómicas es esencial, debiendo evitarse que esta situación sea motivo para una nueva controversia política: “el SNS tiene un marco institucional y organizativo para tomas de decisiones cuyo núcleo, el Consejo Interterritorial, debería asumir el protagonismo y una voz única en este escenario”, aseguran.