La Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar) ha recibido la noticia del protocolo ‘Farmacia Comunitaria Rural’, que el pasado jueves firmó el Gobierno de España con el CGCOF, con un sabor agridulce. Por un lado consideran “positiva cualquier medida encaminada a la protección de la Farmacia Rural”, pero lamentan desconocer el contenido de dicho documento, el retraso con el que llega y reclaman que lo que necesita la farmacia rural “son medidas estructurales que garanticen un futuro a estos profesionales”.
El protocolo sobre ‘Farmacia Comunitaria Rural’ es una iniciativa de los ministerios de Sanidad; Derechos Sociales; Transición Ecológica y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que fue firmada el miércoles en la localidad riojana de Briñas y que pretende mejorar la atención sociosanitaria de las personas que viven en áreas rurales y en despoblación a través de diferentes actuaciones de la farmacia centradas en siete áreas de trabajo. Igualmente contempla la realización de una experiencia piloto que documentará todo lo realizado con el fin de sacar conclusiones y buenas prácticas para su generalización en todo el territorio nacional.
A través de un comunicado, Sefar aunque “considera positiva” cualquier medida encaminada a la protección de la farmacia rural, “lamenta profundamente que dicho programa carezca de cualquier tipo de partida económica que palíe la actual situación de inviabilidad de estas pequeñas farmacias, así como el tiempo perdido hasta ahora desde que nuestra Sociedad alertara de esta situación hace más de 10 años”.
En primer lugar la sociedad, “agradece al Gobierno de España y a nuestro Consejo General su preocupación por la situación y el futuro de la farmacia rural española, garante de la universalidad en el acceso al medicamento y de nuestro modelo de planificación farmacéutica”.
Sin embargo critica que “desconoce por completo" el contenido tanto del protocolo suscrito como del Programa que se pretende poner en marcha ya que, "en ningún momento, se ha consultado a la Farmacia Rural sobre sus necesidades o problemas o sobre las soluciones para garantizar su supervivencia”.
En este sentido manifiestan que “a día de hoy, y ante la situación en la que se encuentra sumida la Farmacia Rural, lo que se necesita, de forma urgente, son medidas estructurales que garanticen un futuro a estos profesionales. Iniciar ahora un proyecto piloto de estas características, sin asignación económica, llega con demasiado retraso, alargará el problema en el tiempo y no garantiza en absoluto ni la supervivencia de la Farmacia Rural ni la de nuestro modelo de planificación farmacéutica”.
De la misma manera, indican que “los profesionales farmacéuticos ejercientes en el medio rural llevan años realizando esta labor social y sanitaria que ahora se pretende mejorar de forma excepcional para sus pacientes en unas condiciones económicas, profesionales y personales que, en muchos casos, rozan lo inaceptable y no puede seguir soportando sobre sus hombros el peso de haberse convertido en la base y justificación de nuestro modelo farmacéutico a costa de su actual situación de precariedad”.
Con todo, el comunicado concluye asegurando que “desde Sefar, nos ponemos a disposición de la Administración y de nuestras instituciones para buscar soluciones que, realmente, mejoren la prestación farmacéutica en el medio rural, la equidad y cohesión de nuestro sistema sanitario y la atención a nuestros pacientes que es el objetivo último de esta sociedad”.