La amenaza creciente que suponen las resistencias antibióticas y la necesidad de fomentar la investigación y mejores incentivos, han llevado a Farmaindustria y Veterindustria a lanzar una declaración conjunta en la que demandan afrontar el problema que supone esta pandemia desde una perspectiva ‘One Health’ en la que se reconozca la interrelación entre la salud humana y animal, con el resto del ecosistema.
"Vivimos en un mundo en el que la salud humana, la animal y la ambiental están profundamente interconectadas. Quienes desarrollamos nuevos medicamentos de uso humano sabemos de la necesidad de la colaboración entre la industria, las instituciones académicas y las administraciones, para encontrar entre todos respuestas innovadoras que lleguen a todos los pacientes que lo necesitan", afirma el director general de Farmaindustria, Juan Yermo.
Asimismo, considera esencial que se fomente la búsqueda de vacunas o herramientas de diagnóstico que ayuden a responder a las enfermedades emergentes. En los últimos años se han hecho esfuerzos frente a las bacterias resistentes que han dado frutos, especialmente en cuanto al uso racional de estos fármacos.
En el marco del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos, el Gobierno anunció en noviembre pasado que desde 2014 España ha disminuido un 25,5 por ciento el consumo de antibióticos en humanos y un 62,5 por ciento en animales.
Pese a los avances, Farmaindustria considera que las medidas contempladas por la Comisión Europea en su propuesta de legislación farmacéutica no son suficientes para dar respuesta al desafío.
Entre estas propuestas, se incluye la creación de bonos de exclusividad transferible, destinados a compensar a la compañía que desarrolle un nuevo antibiótico permitiéndole ampliar la exclusividad de comercialización de otro fármaco.
La industria apoya la medida, pero considera fundamental que las salvaguardas, criterios y condiciones de uso que finalmente se fijen para este incentivo se diseñen de forma adecuada y resulten un estímulo atractivo para promover la investigación y desarrollo de nuevas clases de antimicrobianos.
"Solo apostando por los incentivos a la investigación, la sociedad podrá disponer del abanico suficiente de nuevos antibióticos capaces de dar respuesta al desafío que supone la amenaza de las bacterias multirresistentes", señalan.