Un grupo de farmacéuticos comunitarios ha constituido una nueva asociación empresarial que nace con vocación nacional, aunque reconoce tener “especial interés en la Comunidad de Madrid”. Se trata de la Asociación de Farmacéuticos Innovadores (AFIN), que ha registrado sus estatutos en el marco de la regulación sobre los requisitos previstos en la Ley 19/1977, de 1 de abril, sobre regulación del derecho de asociación sindical (Boletín Oficial del Estado de 4 de abril de 1977) y el Real Decreto 416/2015, de 29 de mayo, sobre depósito de estatutos de las organizaciones sindicales y empresariales (Boletín Oficial del Estado de 20 de junio de 2015).
El farmacéutico Fernando Vélez Pérez será quien liderará inicialmente la nueva asociación, junto a José Luis Granda San Miguel, Esther Murias Fernández y Alberto García Romero, todos ellos en calidad de promotores. Los cuatro también constituyen el Consejo de Administración de Farmacias Trébol, aunque aseguran que la asociación estará abierta a otros farmacéuticos.
Los fines de AFIN, tal se refleja en sus estatutos son: la ayuda al sector farmacéutico; la defensa y desarrollo de las oficinas de farmacia; la colaboración con las administraciones sanitarias; la mejora en la eficiencia de la gestión de las farmacias.
Más concretamente, la asociación busca apoyar al sector farmacéutico promoviendo la innovación y la tecnología en la oficina de farmacia, asistiendo en la gestión farmacéutica innovadora, y fomentando la formación en tareas relacionadas. Además, prevé dedicarse a divulgar la innovación y tecnología aplicada en el sector salud en general.
Entre las actividades que desarrollará se encuentran las labores formativas, la participación institucional, ostentando la representación colectiva de los asociados, así como colaborar con las administraciones en actividades que afecten directa o indirectamente a los asociados, tanto en situaciones coyunturales o excepcionales como las que se refieran al desenvolvimiento normal de su actividad. Igualmente, pretende ejercer el derecho de audiencia, expresando su opinión en las actuaciones normativas que les incumban, directa o indirectamente a los asociados, colaborando en cuanto redunde en beneficio de los mismos, y suscribir acuerdos o convenios con dichas administraciones y sus organismos.
AFIN se abre a que puedan ser socios tanto las personas físicas con capacidad de obrar como las jurídicas constituidas legalmente, que tengan en ambos casos la condición de empresarios, que demuestren su interés por los fines de la asociación. De este modo, no sería requisito ser titular de oficina de farmacia, de acuerdo con los estatutos, aunque sería el ámbito principal.