El Partido Popular ha presentado una proposición no de ley con el objetivo de “instar al Gobierno a materializar las acciones necesarias para mejorar la salud mental en la adolescencia, priorizando la prevención, la detección y el diagnóstico tempranos”. Esta propuesta que reúne, según explican desde el PP, un “consenso autonómico”, se lanza un mes después de que las comunidades autónomas gobernadas por la formación popular rechazaron el Plan Nacional de Salud Mental presentado por el Ministerio de Sanidad.
Las críticas no solamente vinieron desde el PP; de hecho una veintena de sociedades científicas del ámbito de la Psiquiatría y la Psicología rechazaron públicamente la actualización para al periodo 2025-2027 del plan de acción sobre salud mental propuesto desde el Ministerio de Sanidad.
La negativa de los profesionales sanitarios se sustenta, explican, en la necesidad insatisfecha de más profesionales sanitarios y en valoraciones como la que puntualiza que la propuesta de Sanidad “sigue apelando a una realidad asistencial de hace década” o la que plantea la importancia de sustituir el término “de prescripción” por el de “uso racional de los psicofármacos”.
La proposición de ley insta además al Gobierno a que “establezca unos objetivos que permitan avanzar en una mejor calidad y humanización de la atención a las personas con problemas de salud mental», dichas acciones en nuevo plan de acción de salud mental que diseñará, esta vez sí, desde el consenso real con las Comunidades Autónomas, el ámbito comunitario y la coordinación plena con los representantes de los propios pacientes y de los profesionales sanitarios, del ámbito social, el educativo y la investigación, destinando para ello cuantos recursos humanos, económicos y tecnológicos sean necesarios”.
Por otro lado, el PP ha presentado también otra iniciativa dirigida a instar al Gobierno a “trabajar desde el consenso pleno con las CC.AA. y la coordinación real y efectiva con las asociaciones de pacientes y los representantes de los profesionales sanitarios, la industria farmacéutica y las empresas de biotecnología y tecnología sanitaria, para posibilitar en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) avances tangibles en el acceso ágil y equitativo de todos los pacientes con enfermedades raras a un diagnóstico temprano, adecuado y preciso, así como a un tratamiento personalizado, humanizado, integral y multidisciplinar”.
Para ello, demandan al Ejecutivo a destinar todos los recursos humanos, estructurales, tecnológicos y económicos que sean necesarios, y a actualizará la Estrategia en Enfermedades Raras del SNS, priorizando las inversiones en l+D+i, actualizando de forma permanente los cribados neonatales y desarrollando el funcionamiento de los Centros, Servicios y Unidades de Referencia, así como su coordinación con las «Redes Europeas de Referencia.