El grupo parlamentario de Ciudadanos ha presentado en el Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley (PNL) en la que insta al Gobierno a considerar a las transferencias de valor dedicadas a la formación de los profesionales del Sistema Nacional de Salud como exentas de tributación.
Estas transferencias exentas incluirían tanto los pagos por parte de la industria farmacéutica de las inscripciones a cursos, congresos o cualesquiera actividades formativas para las que hayan obtenido previa autorización del centro sanitario en el que presten sus servicios, así como los gastos de traslado y alojamiento que se deriven de la asistencia a las mismas, excepto los de manutención.
Ciudadanos, que valora la transparencia en las transferencias de valor como un “arma imprescindible en la lucha contra el conflicto de competencias en el sector” y, por tanto, ve la iniciativa de Farmaindustria como “una buena noticia”, considera que la incertidumbre creada sobre la necesidad de tributar o no a Hacienda por estos pagos “puede dificultar el objetivo final de la transparencia”.
Además, este partido pone de manifiesto que los profesionales sanitarios españoles se encuentran entre los peor pagados de la OCDE, tanto en términos absolutos como relativos, por lo que “afrontar los gastos de la formación continuada (asistencia a cursos y congresos) debería de ser tarea del propio Sistema Nacional de Salud”.
Por el contrario, los pagos realizados a profesionales por colaborar en la promoción o investigación de productos farmacéuticos, sí que deberían tributar, según Ciudadanos “al ser una actividad destinada directamente a favorecer la actividad productiva y los legítimos intereses de una empresa”.
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Carmen Martínez, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados: 
Margarita de la Pisa, eurodiputada de Vox.: 
Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio): 
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad:
Pues yo creo que serianfinitamente mejor quese les obligase a las empresas farmacéuticas a tributar por ello, quitarles exenciones, y con eso recaudado tener una agencia estilo Nice para evaluar los fármacos y actividades sanitarias independiente de la indistria. Y desde luego, la obligatoriedad de hacer públicos hasta el último céntimo de promoción y publicidad de los medicamentos. Y prphibir la formación y la financiación directa de cualquier actividad por parte de la industria.