El ciprofloxacino es un antibiótico del grupo de las fluoroquinolonas, similares a otros, como ofloxacino o levofloxacino. Es un antibiótico activo sobre gran cantidad de bacterias, si bien, se han descrito casos importantes de resistencia a su efecto. Al igual que cualquier otro antibiótico, no va a tener ningún efecto frente infecciones causadas por virus, como puede ser la gripe, el resfriado o la mayoría de las infecciones de garganta.
Las fluoroquinolonas actúan interfiriendo en los procesos de síntesis y reparación de los genes de las bacterias, dando lugar a su muerte. Está indicado, entre otras, en infecciones respiratorias, como neumonía, otitis media, sinusitis o infecciones asociadas a pacientes con bronquitis crónica, enfisema o fibrosis quística. También, se emplea para infecciones de orina, de hueso, articulaciones, oculares o de la piel y de los tejidos blandos.
No obstante, el médico debe siempre comprobar previamente, que la bacteria causante sea sensible al efecto de ciprofloxacino. La dosis a emplear en la duración del tratamiento dependen de la localización de la infección y de su gravedad. Puede emplearse en forma de presentaciones orales como comprimidos o suspensiones, así como, en inyectables intravenosos, colirios o gotas óticas. Es importante que evites tomar las formas orales junto con lácteos, como la leche, ya que el calcio impide su absorción.
Una de las reacciones adversas, más características del ciprofloxacino, es la aparición de diarrea, si sufres de diarrea intensa o de varios días de duración tras su empleo, consulta con tu médico y no emplees antidiarreicos sin que éste te lo recomienda. También es conocido el riesgo de lesiones y los tendones, incluyendo rupturas tendinosas. Por este motivo no suele aconsejarse su empleo ni en niños y en adolescentes en etapa de crecimiento.
Finalmente, el mayor riesgo de ciprofloxacino se debe al mal uso y el abuso que se ha hecho de este fármaco. El resultado ha sido la aparición de resistencias que pueden hacer que este antibiótico deje de ser eficaz. El Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Medicamentos, ha creado un grupo de expertos, del que forma parte el Consejo General de Farmacéuticos, para tomar medidas que reduzcan el riesgo de aparición de resistencias.
Entre ellas, te recuerdo que, no debes utilizar el ciprofloxacino sin receta médica. Además, es importante que tomes el antibiótico a las horas y durante el periodo de tiempo que te haya indicado el médico, y finalmente, desecha el tratamiento que te haya sobrado en el Punto Sigre de tu farmacia.
Y, recuerda pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza, él te informará sobre cómo debes tomar el ciprofloxacino, y cualquier otra duda que tengas.
Recuerda, ante cualquier duda, acude a tu farmacia y consulta a tu farmacéutico.