La convicción de no acudir a las subastas de medicamentos de Andalucía le ha costado ya a Cinfa unos ingresos de 87 millones de euros. De ellos, casi la mitad en 2015, 40 millones de euros. Estas son las cifras que ofreció el presidente de la compañía, Enrique Ordieres en su intervención en el acto de presentación del Máster Internacional Gestión Farmacéutica y Financiera organizado por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM).
Según Ordieres, se trata de una ausencia “por convicción” ya que consideran que estas subastas son “ilegales, puesto que van en contra de lo establecido en la Ley de Garantías”, además, el ahorro que supuestamente iban a producir, “no se produce” y, por último, ha dado entrada al mercado nacional a “laboratorios que no aportan nada al país”. Una triada de argumentos que dejan clara su posición.
Además de esta cuestión, el presidente de Cinfa expuso su preocupación por la pérdida de imagen que está sufriendo el medicamento y su industria. “No se habla del valor de los medicamentos sino de lo que cuestan”, pero para Ordieres, “el valor y el coste son cosas distintas”. En este sentido, hizo un llamamiento al sentido común cuando se habla, cada mes, del gasto –inversión, prefiere decir él– farmacéutico. Ordieres señaló que, igual que no es sostenible crecimientos del 10% como se daban hace doce-catorce años, tampoco es sostenible un sector innovador que esté “cinco años en negativo”. Por eso, se mostró asombrado de las alarmas que surgen cuando, puntualmente el gasto crece un 4% anual. Ahora mismo se sitúa en un 1,72% interanual y está a niveles de 2003-2004.
Por otro lado, el presidente de Cinfa reclamó estabilidad y previsibilidad. Recordó los años que se han vivido, en los que de la noche a la mañana, con el Real Decreto-ley 4/2010, cuando los precios del vademécum de Cinfa –y el de todos los medicamentos en precios de referencia– bajó un 29,8%. Esta situación, extraordinaria no ha sido exclusiva de ese RDL. Según Ordieres, “si al vademécum medio de Cinfa en 2003 se le diera valor 100, en 2014, tendría un valor 24,8”.
En relación a la falta de estabilidad vivida, Ordieres puso como ejemplo que en unos pocos meses se cambió la ley en un sentido (Real Decreto-ley 9/2011) y posteriormente en el sentido contrario (Real Decreto-ley 16/2012). Pasó con la obligación o no de dispensar genérico a igualdad de precio.
En este sentido, y ante la modificación que está previsto que el Gobierno lleve a cabo en cuanto a los descuentos a farmacias o la prelación del genérico a igualdad de precio, Ordieres explicó que él no quiere que la ley obligue a dar genérico a igualdad de precio, lo que quiere es que se permita “un diferencial de precio” del genérico con la marca que sea lo que marque el beneficio de dispensar un genérico.
Nicolas Gonzalez Casares: