El Consejo de Ministros prevé aprobar este próximo viernes el Real Decreto por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, según ha podido saber Diariofarma de fuentes ministeriales. De este modo se daría fin al largo culebrón que ha seguido esta cuestión desde que se incorporara en la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos en 2006 y que no ha estado exento de polémicas y enfrentamientos entre las cúpulas de Consejos Generales de médicos y de enfermeros, por la conocida popularmente como ‘prescripción enfermera’.
A lo largo de todo este tiempo, el Consejo General de Enfermería ha denunciado los retrasos sufridos en el desarrollo que, además, de estar recogido en la ley, ha tenido al menos dos Proposiciones No de Ley en las que el Congreso de los Diputados instaba al Gobierno a cumplir lo establecido en esta materia. La búsqueda de un imposible consenso entre médicos y enfermeros ha sido el principal motivo de este retraso sin precedentes.
El proyecto de Real Decreto, que está pendiente desde diciembre de 2013, cuando se remitió al sector para que aportara sus alegaciones, fue aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en su reunión del 27 de marzo, pero han tenido que pasar más de seis meses desde entonces para que finalmente el Gobierno dé luz verde al desarrollo reglamentario de la misma.
El texto que aprobará el Gobierno da a los enfermeros la facultad para, de forma autónoma, indicar, usar y autorizar la dispensación de todos aquellos medicamentos no sujetos a prescripción médica y los productos sanitarios, mediante la correspondiente orden de dispensación. En lo que se refiere a los medicamentos que requieren de prescripción médica, se encarga al Gobierno la regulación de dichas actuaciones profesionales por los enfermeros, en el ámbito de los cuidados generales y especializados y en el marco de los principios de la atención integral de salud y para la continuidad asistencial, mediante la aplicación de protocolos y guías de práctica clínica y asistencial, de elaboración conjunta, acordados con las organizaciones colegiales de médicos y enfermeros y validados por la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación.