Los sistemas de prescripción, seguridad y seguimiento de la terapia antineoplásica eran diferentes en cada Servicio de Farmacia de los siete hospitales que hay actualmente en Baleares (Son Espases, Son Llàtzer, Can Misses de Ibiza, Hospital de Formentera, Hospital Comarcal de Manacor, el Mateu Orfila de Menorca y el Hospital Comarcal de Inca), de ahí que no se pudiera garantizar de forma homogénea la calidad de la gestión farmacoterapéutica en todo los centros del Servicio de Salud. De esta necesidad parte el proyecto 'Talaiot', que unifica la protocolización, a través de un catálogo único y guías unificadas para todos los hospitales gracias al programa Farmis_Oncofarm; la prescripción y la validación por vía electrónica; la preparación; la trazabilidad, gracias a un sistema de código de barras o Data Matrix; el control de la administración, con la identificación del paciente con tarjetas electrónicas o un sistema de pulseras; la conexión a bombas de administración, que se programan vía Wi-fi gracias a la aplicación Onco-Safety, así como el seguimiento y valoración de resultados del tratamiento.
La persona encargada de liderar el proyecto, cuyo germen se fecha en 2014, ha sido la jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, que se ha dedicado de forma intensiva a buscar los apoyos políticos, los recursos financieros y técnicos y la implicación de los distintos hospitales para sacar adelante esta iniciativa. "Estamos maravillados, sobre todo, por el potencial que esto tiene, ya que afecta al 30% del gasto en que incurren nuestros centros", señala, en referencia al coste de los tratamientos.
Actualmente, el Son Espases es el único hospital que ha completado la aplicación del modelo de gestión del 'Talaiot', que permite una implantación modular. "Del resto, el 100% ya ha superado la primera fase, la referida al modelo de protocolización y prescripción", confirma Delgado, y continúa: "Dos de ellos ya cuentan también con el sistema de preparación completo y otros dos lo están montando". La fase final es la relativa a la sincronización de las bombas de administración.
A la espera de conocer los primeros resultados, que incluso van a poder contabilizarse en euros (el proyecto incluye un módulo de Modelo Personalizado de Reembolos (MPR) ligado a la prescripción y seguimiento de paciente onco-hematológico, aunque la industria ha pedido la validación de los resultados), Delgado destaca el hecho de que se trate de "un proyecto colaborativo de siete hospitales que, a iniciativa propia, han dado el paso de trabajar conjuntamente, de aunar esfuerzos, y de dar una calidad asistencial a los pacientes de forma cada vez más homogénea y segura". En este sentido, explica que cada centro tenía unas formas de trabajar que, en cierto modo, tendrán que adaptar al nuevo sistema. "Por ejemplo, había servicios de Farmacia que trabajaban hasta las 15.00 y que van a tener que modificar sus horarios para adaptarse a los protocolos de preparación", refiere.
Proyecto financiado por laboratorios
Al margen de la homogeneización de la gestión farmacoterapéutica de siete hospitales, que ya es de por sí inusual, el proyecto presenta otras particularidades. Una de ellas tiene que ver con el hecho de que haya sido financiado íntegramente por laboratorios, a través de programas de ayudas a la educación y la investigación o de donaciones articuladas a través de la Fundación de Investigación de las Islas Baleares (Fisib). El resultado ha sido un proyecto que va a mejorar la calidad asistencial sin representar ningún coste para los hospitales, y que, según Delgado, "se ha desarrollado y se va a seguir desarrollando de forma independiente a la gestión de cualquier compra", garantizando así la independencia de los sanitarios.
No obstante, la iniciativa se ha encontrado con ciertas reticencias por parte de los médicos especialistas, y ahí la jefa del Servicio de Farmacia del Son Espases entona el mea culpa, ya que las gestiones con el resto de actores la han desviado de un aspecto que es crucial para este tipo de proyectos, como es el abordaje multidisciplinar. "Tengo que reconocer que no hemos dado a los médicos un papel de liderazgo, y por eso muestran cierta desconfianza y cierta resistencia a registrar datos. Por eso ahora es momento de darles todo el protagonismo para que sumen al proyecto, y de hecho hemos diseñado varias sesiones formativas para hacerles partícipes del proyecto", culmina.
Vistas las potencialidades de 'Talaiot', y la tendencia a la unificación de procesos e intervenciones que está teniendo lugar en el seno del Sistema Nacional de Salud, no sería raro el interés de otros hospitales o complejos hospitalarios en replicar el modelo balear, algo que haría sentirse muy satisfecha a la promotora del mismo. La diferencia podría estar en que IMF, la empresa desarrolladora de la parte tecnológica del proyecto, ofreció muchas facilidades a estos siete centros por servir como una especie de piloto, y no se descarta que pueda tener un coste mayor para el resto. La ventaja, de cara a esa exportación, es que permite una aplicación modular y que la colaboración con entidades privadas, como en este caso, puede suponer un balón de oxígeno financiero.