La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra en estos días en Ginebra (Suiza) su 70ª Asamblea Anual, y en ella los farmacéuticos, representados por Zuzana Kusynová, de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), han reivindicado su papel como garantes de la salud de la población. Concretamente, Kusynová ha puesto el acento, durante sus intervenciones, en el valor de la actividad de estos profesionales en algunos de los campos que componen la agenda de retos de la OMS. Entre ellos, las resistencias antimicrobianas (Punto 12.2 de la Agenda); la dimensión adecuada de los equipos sanitarios y la apuesta por la salud como motor de empleo y económico (13.1); el problema de los desabastecimientos (13.3); la prevención y el control de las enfermedades crónicas (15.1), y la lucha contra la droga (15.3).
En el primero de ellos, desde la FIP han aplauddido el liderazgo asumido por la OMS para hacer frente al problema de las resistencias antimicrobianas y se ponen a disposición del organismo de Naciones Unidas para el desarrollo de los planes de acción necesarios para terminar con este problema de salud pública. En este sentido, la representante de la Federación destacó la contribución de los farmacéuticos, comunitarios y hospitalarios, a través de sus organizaciones, y citan el infome 'Fighting antimicrobial resistance: The contribution of pharmacist', que "muestra algunas experiencias de éxito basadas en el aprovechamiento de las capacidades de estos profesionales en los distintos estados".
En lo que respecta al segundo punto, Kusynová destacó el compromiso de esta organización con la formación continuada de los profesionales farmacéuticos, como pudo verse en la Conferencia Global de la FIP en Nanjing (China), donde se establecieron 13 objetivos relacionados con el desarrollo profesional. Asimismo, se refirió a los múltiples recursos que ofrece la Federación para "desarrollar programas nacionales de formación que permitan disponer de unos farmacéuticos con conocimientos alineados con las estrategias de salud". En este sentido, se comprometen además a contribuir al cumplimiento del indicador establecido por la OMS con respecto a la dimensión de los recursos humanos sanitarios en los diferentes estados.
El problema de los desabastecimientos
Con respecto a los desabastecimientos, Kusynová recordó la reciente publicación del informe 'Reporting medicines shortages: models and tactical options', que hace un repaso por los sistemas implementados por distintos países, muchos de los cuales cuentan con el farmacéutico como actor esencial para la notificación de las faltas y la búsqueda de soluciones junto con el resto de stakeholders. "No obstante", señaló, "es mejor prevenir que curar, por lo que llamamos a la OMS y los Estados a trabajar en soluciones que sirvan para identificar los productos que presentan mayores riesgos".
La representante de la FIP también hizo referencia a la "necesaria implicación de todos los agentes y los profesionales sanitarios para abordar el problema de la cronicidad". En este sentido, aludió a los "múltiples ejemplos que muestran el valor que pueden aportar los farmacéuticos en los programas de cribado o en la identificación de factores de riesgo", y señalan experiencias en el campo de la diabetes en países como Francia, España o Australia. Asimismo, defendió el coste-efectividad de servicios que se están ofertando desde las farmacias de Estados Unidos para mejorar la gestión terapéutica o la revisión de la medicación, y el valor de programas para mejorar la adherencia en países como Noruega. En este sentido, anunciaron la publicación de un informe en 2018, en el que harán un repaso de los principales casos de éxito que implican la intervención farmacéutica en pacientes crónicos, y anunciaron su deseo de participar en el Tercer Encuentro de Alto Nivel de la Asamblea General de la OMS para la prevención y control de la cronicidad, que se celebrará ese mismo año.
Por último, Kusynová se refirió a la necesidad de seguir actuando en lo referido a la prevención de los daños que producen las drogas en la población mundial. En este sentido, recordó que "los farmacéuticos han estado al frente de muchas de las estrategias puestas en marcha en países como Portugal, con programas de intercambio de jeringuillas o tratamiento con metadona". Asimismo, se refirió a la implicación de las farmacias de estados como España o Bélgica en campañas para fomentar el uso responsable de medicamentos que generan adicción, como las benzodiacepinas. Desde la FIP, se postulan para contribuir en la vigilancia y para compartir perspectivas y experiencias cosechadas en el entorno de la farmacia.
Nicolas Gonzalez Casares: