La Federación Española de Hemofilia (Fedhemo) ha emitido un comunicado para mostrar su "preocupación por la falta de acceso a los nuevos tratamientos por parte de pacientes con hemofilia B" y para reclamar "que se favorezca el acceso a estas terapias más eficaces, ya que estos fármacos permiten espaciar el número de veces que los pacientes tienen que administrarse el tratamiento, mejorando significativamente la calidad de vida". El problema, dicen, es que el Ministerio de Sanidad, al incluirlos en precios de referencia, ha asignado a las nuevas opciones terapéuticas el mismo precio que a las versiones que ya estaban en el mercado.
En este sentido, aluden a la aprobación, por parte de la Comisión Europea en mayo de 2016, de nuevos factores de coagulación de vida media prolongada, que extienden el tiempo de protección contra los episodios de sangrado con menos inyecciones profilácticas.
Daniel Aníbal García-Diego, presidente de Fedhemo, ha pedido que los pacientes puedan tener acceso a la medicación de última generación y culpa al Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) de la falta de acceso, por el hecho de que los ha incluido, dicen, en precios de referencia, asignándoles "el mismo precio que a los medicamentos que ya están en el mercado, dificultando que los pacientes con Hemofilia B puedan beneficiarse de los mismos”.
María Eva Mingot, hematóloga del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha destacado que "en hemofilia B, la aparición de los factores de larga duración suponen un gran paso en el tratamiento de estos pacientes, ya que se reduce prácticamente a la mitad del número de infusiones al año, lo que supone una mejora en su día a día". "El problema", prosigue, "es que su coste supera a los actuales".
Estudios farmacoeconómicos
Por eso, ha recomendado la realización de estudios farmacoeconómicos "que ayuden en su introducción en el mercado nacional para que puedan indicarse en los pacientes en los que suponga un avance". "No sólo hay que tener en cuenta los costes directos del fármaco, también otros directos como la reducción en el uso de reservorios centrales, visitas a hospitales de día para su administración, etc. Tampoco hay que dejar de lado los indirectos, como los de desplazamiento de los pacientes o familiares a los hospitales, o el absentismo laboral o escolar”, concluye.
Desde Fedhemo aseguran que los nuevos tratamientos ofrecen una vida media de hasta cinco veces superior en comparación a la de los factores IX utilizados hasta ahora, facilitando aún más los tratamientos profilácticos. En el caso de niños y adolescentes, estos nuevos medicamentos harían que los pacientes pueden administrarse una vez cada 10 o 15 días su tratamiento intravenoso profiláctico para la prevención de sangrados en lugar de cada 3 a 7 días como se hace en la actualidad. "Esta disminución en el número de infusiones facilitaría la adherencia al tratamiento y mejoría la calidad de vida de los pacientes", concluyen.