El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha emitido una nota prensa para informar del estado del proyecto para la interoperabilidad de la receta electrónica (e-receta) entre las comunidades autónomas, que, precisan, ha dado ya servicio a 385.764 personas, las cuales, hasta septiembre de este año, han retirado 2.034.706 envases de medicamentos en sus desplazamientos fuera de la comunidad autónoma donde habían sido recetados.
Las comunidades autónomas con mayor volumen de dispensaciones a personas de fuera de su ámbito han sido Castilla y León, que lleva atendidos a 81.000 usuarios, Comunidad Valenciana a 73.000 y Castilla la Mancha y Galicia que han dado servicio a 38.000 y 34.000 personas respectivamente. Recuerdan también que se está a la espera de la integración de la Comunidad de Madrid y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), que lo harán, indican desde el Paseo del Prado, "de forma inminente".
Sanidad también ha informad de que el mes de agosto, ha sido el de mayor volumen de dispensaciones, habiéndose atendido a más de 232.000 pacientes. Sobre el número de incidencias, apuntan que "en este servicio común del SNS, hasta la fecha, ha sido bajo, afectando al 0,34% de las personas que ha hecho uso del mismo".
Un servicio para facilitar el acceso
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha aprovechado para destacar la importancia de esta medida para facilitar a los pacientes el acceso a sus tratamientos en cualquier localidad de España. "A través de este sistema, los pacientes pueden moverse por todo el territorio nacional y obtener sus medicamentos prescritos en cualquier farmacia del país, independientemente de en qué comunidad hayan sido recetadas y sin necesidad de preocuparse en sus viajes por las fechas de dispensación en las que tienen que retirar la medicación. Tampoco tienen que acudir a su médico para que les realice anticipos de la misma", ha señalado.
Además de estas cuestiones, desde Sanidad han destacado que, para la puesta en marcha de este servicio, ha sido fundamental el trabajo en común de consejerías de Sanidad, colegios oficiales de farmacéuticos y oficinas de farmacia, así como del propio Ministerio.