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Un nuevo modelo de telefarmacia hospitalaria con distintas vertientes

Úrsula Baños, farmacéutica del Servicio de Farmacia del Hospital Virgen Macarena, detalla el nuevo programa de telefarmacia que han puesto en marcha y que próximamente podría incluir la colaboración de las oficinas de farmacia.
Úrsula Baños, farmacéutica Adjunta del Hospital Virgen Macarena, junto a su compañero José Antonio Fernández, implicado también en el proyecto de telefarmacia.

Úrsula Baños, farmacéutica adjunta del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, explica a Diariofarma las necesidades crecientes que venían mostrando los pacientes con patologías crónicas a los que atienden en este centro en relación con la recogida de los medicamentos. "Algunos de ellos son mayores, otros tienen problemas de movilidad y son dependientes. Todos estos factores pueden dificultar el desplazamiento. Por eso pusimos en marcha nuestro proyecto de telefarmacia, para evitarles molestias, liberar a los cuidadores de tener que venir y, de paso, aliviar la sobrecarga asistencial en el hospital", explica esta especialista en Farmacia Hospitalaria, que aclara que el programa, que arrancó a principios del pasado mes de diciembre con un servicio de entrega en el domicilio y otro de recogida en centros de salud, podría incluir próximamente a oficinas de farmacia.

No obstante, advierte que, como suele ocurrir con estos programas, no todos los pacientes pueden acceder a él. Los requisitos que han establecido pasan porque estén en tratamiento crónico; que la enfermedad esté en situación estable, lo que implica que la revisión del médico se realiza cada 3-4 meses; muestren buena adherencia en los cuestionarios y el resto de herramientas para medirla, como los registros de dispensación; presenten una tolerancia adecuada a los medicamentos; tengan problemas de movilidad o la distancia sea excesiva, o bien que la visita sea incompatible con la situación laboral.

En cuanto a la activación de este modelo de atención, basta que un paciente llegue a la consulta de atención farmacéutica y se detecte el cumplimiento de estos criterios. En ese momento, se lo proponen y, si acepta, tiene que firman un consentimiento informado. "A veces la propuesta surge como consecuencia de una queja planteada por el propio paciente. En ese caso, le ofrecemos entrar en el programa", señala Baños. Y añade: "Ese primer día se le dispensa el tratamiento y programamos el envío o la recogida en el centro de salud".

Y es que, el servicio de telefarmacia del Virgen de Macarena incluye esas dos vías. La del centro de salud, de hecho, se ha habilitado pensando en aquellos pacientes que no pueden estar en el domicilio en el día y la hora de entrega (se hace solo un día a la semana), de modo que se les envía allí para que puedan recogerlo en el momento que mejor les convenga.

En ambos casos, la entrega del fármaco en cuestión va acompañada de atención farmacéutica. "Si seleccionan el envío a domicilio, en las 24/48 horas previas a la dispensación les hacemos una entrevista telefónica, en la que nos cercioramos de su estado de salud, le preguntamos por la tolerancia, hacemos recuento de medicación, nos informamos de si tiene otros tratamientos para buscar posibles interacciones... Si todo es correcto, se confirma la entrega para esa semana", apunta la farmacéutica. Para ello, se ponen en contacto con la empresa de transporte, que luego les hace llegar el recibí del paciente.

En caso de que opten por la recogida en el centro de salud, se ponen en contacto con farmacéuticos de Atención de Atención Primaria del distrito al que dan cobertura (Sevilla-Norte), a los que les facilitan los datos de salud del paciente, para que éstos después contacten con la enfermera gestora de casos. "Ella contacta con el paciente para ver cuándo puede recoger la medicación. Los farmacéuticos de hospital y de Primaria llevamos el control sobre cuándo le tocaría la siguiente y, cuando va llegando, revisamos su historia clínica y estado de salud, y programamos siguiente recogida", detalla.

Además de llevar el control de todo el proceso, esta farmacéutica, que lidera el proyecto de telefarmacia, lleva el control de cuando les toca consulta con el médico especialista en el hospital, para, ese mismo día, realizar atención farmacéutica presencial. En esa visita se repite la evaluación del paciente de cara a una correcta conciliación con otros posibles tratamientos, revisión de efectos secundarios, posibles interacciones, adherencia, etc.

Resultados del proyecto

Aunque llevan poco tiempo con el proyecto de telefarmacia en marcha, ya han podido comprobar que está generando gran satisfacción entre los pacientes. Hasta ahora, hay unos 50 incorporados al programa. La mayoría de ellos con esclerosis múltiple, los cuales están siendo tratados con fármacos orales. También los hay con infección por VIH y medicación oral, hipertensión pulmonar o artritis reumatoide y enfermedad inflamatoria intestinal, estos últimos con fármacos de administración subcutánea.

En principio, subraya Baños, "no excluimos ninguna medicación, siempre que se la pueda administrar el paciente en casa". De hecho, han incorporado también a pacientes onco-hematológicos, aunque "seleccionados". Concretamente, con  leucemia mieloide crónica y cáncer de próstata. Habla de seleccionados porque son muchos los casos de pacientes oncológicos que se ven obligados a visitar el hospital para recibir cada uno de los ciclos de tratamiento.

El grado de satisfacción, como se decía, es "elevadísimo", asegura esta farmacéutica, aunque reconoce que aún no lo han medido con cuestionarios ni escalas. No obstante, afirma que son habituales los comentarios en las entrevistas y en cada llamada. Hay que tener en cuenta, además, que apenas les han surgido un par de incidencias, una de las cuales terminó con la autoexclusión del programa por parte del paciente. "En el envío se rompieron los comprimidos", señala.

Más allá de los pacientes están los profesionales. Actualmente, se puede decir, según Baños, que el Servicio de Farmacia todavía está en fase de reorganización, tras la puesta en marcha de este nuevo modelo de atención, que, por un lado, les ha permitido ser más eficientes en la dispensación de la medicación, ya que hay una sola persona dedicándose a preparar las dispensaciones en un mismo momento de la semana. No obstante, se han propuesto que en las conversaciones teléfonicas con el paciente la atención sea de calidad, y eso requiere tiempo. Alguna mano más y soporte informático son los ingredientes que le faltan al proyecto para terminar de funcionar de forma óptima.

De cara al futuro, se plantea un nuevo paso en su desarrollo, que tiene que ver con la incorporación de un eslabón más, el de la oficina de farmacia, y así completar un circuito completo que implique a los especialistas del medicamento en todos sus niveles. "Estamos en conversaciones con oficinas de farmacia para estudiar la posibilidad de hacer la dispensación a través de ellas. Quedan pendiente algunas cuestiones, como definir roles de los distintos farmacéuticos, pero hay interés por ambas partes", concluye.

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