La embajada británica en Madrid y Farmaindustria, junto con ICEX y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, han organizado una sesión de trabajo en Madrid para revisar, junto con las empresas del sector farmacéutico, las directrices para asegurar la preparación ante el Brexit. Durante el encuentro se debatió sobre la necesidad de que el futuro acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y el Reino Unido garantice la colaboración en el ámbito del medicamento.
En la información publicada por Farmaindustria, la patronal indica que tanto España como Reino Unido son "dos países europeos con un innovador y vibrante sector farmacéutico". "Ambos comparten los retos globales de atender a un creciente número de pacientes, abordar necesidades sanitarias que cambian constantemente y una población que envejece", prosiguen, destacando la colaboración entre ambos gracias, sobre todo, a los programas de financiación que promueven las relaciones transfronterizas.
La inauguración del acto la realizado la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, quien ha destacado la "interdependencia entre el Reino Unido y la UE" en materia farmacéutica, por el hecho de que las cadenas de valor en el sector están "profundamente integradas". Por eso, ha opinado que, "ante un posible Brexit sin acuerdo, la clave es la preparación de las empresas, tal y como ya estamos haciendo".
Por su parte, el embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, ha subrayado que nuestro país es "un socio comercial importantísimo para el Reino Unido en el sector farmacéutico", y ha mostrado la intención de la Administración a la que representa en "hacer todo lo posible para proteger y desarrollar esta relación, incluso después del Brexit".
También participó en el encuentro Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, quien destacó que la salida del Reino Unido de la UE "está representando un reto sin precedentes para la industria farmacéutica", aunque ha considerado que ésta "ha respondido con responsabilidad y ha llevado a cabo planes de contingencia ante cualquier escenario, con el objetivo esencial de garantizar la seguridad del paciente y la salud pública, asegurando la continuidad en el suministro de medicamentos". Considera "fundamental", no obstante, "lograr un acuerdo de asociación en el que se promueva la máxima convergencia regulatoria y colaboración científica".
Guillermo de Juan, de GSK, aclaró que "el objetivo principal de los planes de contingencia es minimizar disrupciones en el funcionamiento de la cadena del medicamento, para asegurar que los pacientes puedan seguir accediendo a sus tratamientos independientemente de donde residan y del escenario político final".