Los colegios de farmacéuticos de Madrid y Barcelona, promotores de Infarma, han actualizado la información en torno a la celebración del próximo Congreso, que tendrá lugar del 10 al 12 de marzo de 2020 en Madrid. En este sentido, han confirmado que hay ya cerca de 400 laboratorios y empresas con espacios asignados en los tres pabellones habilitados del recinto ferial de Ifema, que ocuparán una superficie de exposición de 35.000 metros cuadrados. "El 95% del espacio disponible está ya adjudicado", ha confirmado Interalia, empresa organizadora del Salón.
En cuanto a las previsiones de asistencia, los organizadores calculan que se podrán superar los 30.000 visitantes en una edición que contará con cerca de 3.000 congresistas. Por su parte, se prevé que los expositores presentarán 1.200 marcas de productos y servicios relacionados con la oficina de farmacia.
En cuanto a los sectores de exposición con más presencia en el Salón, estiman que serán, una vez más, los de dermofarmacia, parafarmacia, complementos alimenticios, productos sanitarios, medicamentos no sujetos a prescripción médica, genéricos, comercialización y distribución, pediatría, ortopedia y óptica.
"Estamos trabajando para que Infarma se convierta una edición más en un éxito de convocatoria y participación. La fidelidad mostrada por los expositores y su nivel de satisfacción son el mejor aval de este formato de Congreso y Salón que, gracias a la organización conjunta de los COF de Madrid y Barcelona, se ha convertido en referente de eficacia y rentabilidad no solo en España, sino también en Europa", ha subrayado Daniel Sarto, director del Salón Infarma.
Como es habitual, Infarma servirá, además de como espacio empresarial, para promover las relaciones profesionales y exponer las últimas novedades del sector, a través de espacios de debate, donde se tratarán las cuestiones que más preocupan y ocupan a los profesionales y se analizarán las tendencias de futuro del sector.
Como puede verse en el programa, disponible ya en la web del Congreso, se abordarán temas como el papel de la farmacia rural como elemento integrador del territorio y de las personas que viven en lo que se conoce ya como España vaciada; la necesidad de abordar las demandas de los pacientes a través de una atención más cercana y humanizada; el rol que deben jugar los profesionales como los mayores influyentes de los ciudadanos en el uso de los medicamentos, o las consecuencias que el Brexit puede tener para la oficina de farmacia.