Cada vez está más claro que el cononavirus no va a desaparecer de nuestras vidas hasta que no exista una vacuna y se pueda administrar a todo el mundo. Por ese motivo, y porque “no se puede estar confinado eternamente”, desde la Comunidad de Madrid ya se están planteando hacer “obligatorio, en todos los espacios públicos, el uso de mascarillas”. Así lo ha asegurado la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista en Onda Cero.
Según Ayuso, las claves para convivir con el virus está en el uso de mascarillas, geles antisépticos y distancia de seguridad. Por ese motivo, ha promovido el reparto a toda la población madrileña de mascarillas a través de las farmacias, unas mascarillas que, no obstante, no han resultado libres de polémica al ser FFP2 que, en principio estarían indicadas para su uso por profesionales sanitarios. Preguntada por esta situación, Díaz Ayuso ha señalado que son las mejores mascarillas ya que protegen tanto al que las porta como al resto y, también, ha querido trasladar un mensaje de tranquilidad a los profesionales para convencerles de que no va a faltar material de protección.
“Desde que conseguimos arreglar el problema de compra de material, porque fue complicadísimo, nos hemos hecho con más de 8 millones de estas mascarillas por un lado y 25 millones por otro y vamos a seguir haciéndolo”, ha explicado la presidenta. Además, ha avanzado algunas de las medidas que están tomando de cara al futuro, como es reforzar las plantillas con contratación de personal, así como la creación de un hospital similar al generado en Ifema pero con vocación de persistencia para ser utilizado en caso de pandemias como la actual del covid-19.
Para Díaz Ayuso es momento de empezar a abrir las puertas ya que se está generando una crisis económica, pero también social y sanitaria por las personas que no tienen contacto con otras y que no pueden salir de sus domicilios. Por ello, la presidenta también considera que la manera de afrontar el desconfinamiento debería ser distinta a como lo ha establecido el gobierno, que ha impuesto muchos criterios haciendo rígido e hiperregulado todo y perjudicando a la economía. Y es que para la presidenta está claro que, aunque el confinamiento absoluto es lo que permitiría acabar con el virus pero eso no es posible ni viable y, por ello, aboga por ser avanzar siendo “prudentes”.
Nicolas Gonzalez Casares: