Representantes de diversas entidades inversoras han puesto sobre la mesa el potencial del sistema de ciencia e innovación español, en concreto del sector biotecnológico, con sus agentes públicos y privados, para captar fondos y poder desarrollar sus proyectos. De forma específica, se ha analizado el papel que pueden jugar los fondos de capital riesgo, representados en el desarrollo de este sector y, sobre todo, en la materialización y el lanzamiento al mercado de sus proyectos más innovadores y con mayor impacto en el bienestar y la calidad de vida de ciudadanos y pacientes.
Clara Campàs, del fondo español Asabys, ha indicado que “articular un buen acuerdo de transferencia de tecnología, definir una estrategia clara de propiedad industrial, reclutar talento y estructurar correctamente las rondas de financiación son aspectos que definirán el futuro de un proyecto de estas características” y ha puesto como ejemplo el proceso que ha seguido Asabys con Ona, Inbrain y Nuage.
La ciencia española, inversores internacionales
La visión internacional sobre el papel del capital riesgo en la promoción de proyectos innovadores la ha ofrecido Phillippe Monteyne, socio del fondo belga Fund+. Monteyne ha recordado que son varias las compañías nacionales que han logrado cerrar con éxito diversas rondas de financiación en los últimos años, dando muestras del atractivo de nuestras empresas para los inversores extranjero.
El portavoz de Fund+ ha reconocido que “España tiene un interés especial” para el fondo belga, dada “la excelencia de su ciencia y el atractivo de sus hubs de innovación”. En su opinión, y pese a que ya son varios los agentes extranjeros que han puesto la vista en el sector español, “hay aún espacio para la entrada de más inversores internacionales para apoyar los proyectos emergentes” que existen actualmente y, de ese modo, “contribuir a internacionalizar la ciencia y la innovación con origen en España”.
Asimismo, ha ofrecido algunas ideas para maximizar esa posible conexión entre la ciencia española y la inversión extranjera y se ha referido, a la necesidad de “fomentar el espíritu emprendedor en España y desarrollar la vocación de internacionalización”, lo cual, dijo, “debe comenzar en la Universidad”. Otro aspecto de gran valor, en referencia a los proyectos generados en el ámbito de la salud, es que éstos “no pierdan de vista que el objetivo final (de estos proyectos) debe ser el de mejorar la vida de los pacientes”, ha apostillado.
Apoyo público
Diversos ponentes se han referido a las posibles aportaciones que se pueden realizar desde las administraciones públicas, sobre todo para favorecer el arranque de estos proyectos.
Una de ellas ha sido Uxue Itoiz, directora general de Industria, Energía y Proyectos Estratégicos S3 del Gobierno de Navarra, quien, durante su participación en la mesa ‘Next Gen Funds’, ha aludido de forma específica a la financiación de proyectos estratégicos S3, programa orientado a satisfacer necesidades en ámbitos como el de la salud, la cadena alimentaria o las energías renovables, entre otros.
Para Itoiz, financiar proyectos de I+D, un aspecto con el que está comprometido el Gobierno de Navarra, “es importante para el tejido industrial y empresarial”, como lo es “contar con empresas innovadoras tecnológicas, así como tener y retener talento”. De esta forma, ha proseguido, se fomenta “la resiliencia a las crisis económicas, al paro, etc.”.
En lo que respecta a los fondos, ha opinado que el programa Next Generation supone una “oportunidad de contar con una financiación sin precedentes para poder avanzar en el desarrollo tecnológico y de innovación” en la región. No obstante, ha indicado que para aprovechar esa oportunidad se precisarían “proyectos tractores, referentes para los distintos sectores de la cadena de valor industrial”, de modo que los fondos sirvan de “palanca” para los mismos. Lo ideal, ha subrayado, es que esos proyectos “sean lo suficientemente potentes como para que una vez se vayan los fondos, continúen en pro del desarrollo sostenible de Navarra”.
Julio Castro, CEO de Palobiofarma, ha defendido la necesidad de poner en marcha “mecanismos de transferencia de tecnología más dinámicos y con mucha menos burocracia” para facilitar la proliferación de dicha innovación.