Tradicionalmente, son los oncólogos, un campo en el que la innovación ha sido muy significativa en los últimos años, los que lamentan los retrasos en el acceso a las nuevas terapias causado por la sucesión de requerimientos administrativos. Los dermatólogos se han unido a esas voces en su encuentro anual al calificar de “desesperante” la falta de disponibilidad de nuevas terapias cuya eficacia y seguridad ya se conoce.
Jesús Gardeazábal, presidente ejecutivo del comité organizador del encuentro, se ha referido en una rueda de prensa a la aportación que han hecho los fármacos inmunooncológicos y los inhibidores de los ‘checkpoint’ inmunológicos como dos tipos de terapias que han dado un giro al tratamiento de los cánceres que afectan a la piel. No obstante, también ha dicho que resulta “desesperante” tener opciones limitadas para los pacientes “cuando se trata de terapias ya aprobadas y disponibles en otros países de Europa”.
Para Gardeazábal, más que elegir entre los tratamientos avalados por la evidencia científica, los clínicos tienen que arreglárselas con un ‘menú cerrado’ en el que las autoridades autonómicas o los hospitales ofrecen “primer plato, segundo y postre”.
El acceso en el esquema alemán, que es inmediato tras el lanzamiento de los fármacos (con el visto bueno de las autoridades europeas) y permite reevaluar el precio a partir de la evidencia adicional obtenida en la práctica clínica, sería un modelo deseable, aunque “no es algo que esté en nuestras manos”.
Yolanda Gilaberte, vicepresidenta de la AEDV, ha declarado en el mismo contexto que las evaluaciones sucesivas entorpecen el acceso, cuando se podría aceptar la que emite en su momento el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Ambos han destacado las innovaciones que, tanto en el cáncer de piel como en los casos más severos de psoriasis y dermatitis atópica, serán abordadas a fondo en este congreso.