Valorar cómo se ha llegado a la situación actual de la pandemia y sobre todo avanzar cual va a ser su evolución futura a largo plazo, ha sido el objetivo de la mesa renda ‘Presente y futuro del SARS-CoV-2, ¿de pandemia a endemia?’, que este martes se ha celebrado en Infarma.
Aunque con valoraciones diferentes, el grupo de expertos reunidos considera que el sistema sanitario español no estaba, al igual que el resto del mundo, preparado para hacer frente a una pandemia de estas características y que la situación actual, lejos de invitar al optimismo de superación, debe servir para consolidar las capacidades sanitarias del país, tanto en la respuesta al actual SARS-CoV-2 , como al resto de amenazas que puedan venir en el futuro.
Manuel Seara, periodista y divulgador científico en RNE, Julio Mayol, catedrático de Cirugía, director médico y director de Innovación en el Hospital Clínico San Carlos, José Antonio López director de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid; Olga Mediano, del hospital Universitario de Guadalajara; Alfredo Corell Almuzara, Catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid y Juan Torres Macho, jefe de servicio de Medicina Interna del hospital Universitario Infanta Leonor han sido los expertos que han aportado su valoración sobre el futuro de la pandemia.
Mayol, que ha ofrecido su intervención a modo de titulares ha destacado en su intervención que el origen de estos dos años de pandemia parte de un sistema sanitario que “está crónicamente enfermo” desde hace muchos años y que ha sido la llegada de un evento como la pandemia de covid el que “ha terminado por desequilibrarlo”.
En el fondo, para el catedrátivo de Cirugía, la enfermedad del sistema es una “enfermedad de costes”. En ese sentido indica que la enfermedad aún no se ha superado, puesto que sin haber salido de la pandemia, “estamos ante un nuevo problema de suministro”.
La única solución en su opinión es que “tenemos que cambiar las reglas, porque si no, ante una crisis sanitaria, volveremos a vivir la misma tragedia. En ese sentido asegura, “necesitamos una reestructura y una reingeniería de todo el sistema”.
Uno de los temas de la actualidad de la pandemia es el futuro que depara al denominado covid persistente. Juan Torres Macho, jefe de servicio de Medicina Interna, Hospital Universitario Infanta Leonor-Virgen De la Torre, indicó que existen hasta 150 síntomas descritos, sin embargo, el conocimiento sobre la patología sigue siendo muy escaso.
Entre la literatura publicada, “muy escasa en comparación con los trabajo en covid agudo”, parece que se empiezan a extraer algunas conclusiones, pendientes aún de revisión, entre las que destacó que la evolución de las variantes causan menos covid persistente que el original y que a su vez este es más frecuentemente en personas jóvenes, independientemente del grado de la enfermedad.
Torres Macho ligó lo que ocurre con el covid persistente a lo que ha pasado con el síndrome de fatiga crónica o fibromialgia: “No hay tratamiento específico para ello” y existe muy poca actividad traslacional buscando fármacos. Por ello alertó para evitar que esta patología se convierta también una enfermedad invisible.
En una visión retrospectiva de lo ocurrido hasta ahora, José Antonio López, director de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid, recordó que el SARS-CoV-1, tenía una letalidad diez veces superior a la del SARS-CoV-2. En su opinión, uno de los errores de la ciencia mundial “fue pensar que no se transmitía fácilmente entre humanos”. “El SARS-CoV-2 es un virus flexible “y por tanto peligroso” y defendió como una de las más eficaces medidas de prevención el uso de las mascarillas. De cara al futuro indicó que “no se sabe bien cuándo habrá una siguiente pandemia, pero sabemos que la habrá”.
En el plano contrario, es decir de cara al futuro inmediato, Alfredo Corell Almuzara, por su parte disertó sobre el desarrollo de las vacunas frente a un virus que va a permanecer entre nosotros y reclamó seguir trabajando sobre los proyectos para alcanzar lo que el ha denominado la vacuna ideal. Este compuesto “debería ser accesible a todo el mundo, termoestable, eficaces con sólo una dosis, que se puedan aplicar a diversas enfermedades, que se suministre mejor por la vía nasal y que sea posible administrarla en los primeros días de la vía”. La realidad, según ha manifestado, todavía no ha llegado. “Todas esas características no se cumplen por la vacuna contra el Covid-19”.
Pero además de las vacunas, también hay que pensar en los tratamientos. A ello se dedicó Olga Mediano, del Hospital Universitario de Guadalajara y miembro de Separ. En su opinión, entre todos los tratamientos que han ayudado a salvar vidas, el gran olvidado ha sido la oxigenoterapia. Mediano asegura que “no hay un fármaco que acabe con la enfermedad” y por ello es preciso adoptar en los centros sanitarios medidas flexibles como por ejemplo en las camas de críticos, o la creación de camas de cuidados intermedios que se llevaron a cabo en los hospitales.
La sanitaria indició que España necesita una estrategia clara en el uso de anticuerpos monoclonales y centrarse en el tratamiento del paciente vulnerable dentro de una estuctura que permita evitar que se genere un nuevo colapso-
Mediano concluye su intervención recordando que “nadie sabe si esto ha acabado" y que por tanto, lo que hay que hacer es “estar preparados para lo que pueda venir”. En ese sentido, los hospitales deben estar preparados en el manejo del paciente crítico y que la desaparición de cuestiones como los contratos covid, “no estaremos preparados para lo que pueda venir”.