La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) han consensuado y protocolizado la derivación de los pacientes al médico de familia con el objetivo de neutralizar la actual pandemia de la enfermedad cardiovascular .
En palabras de José Polo García, presidente de Semergen, “el Protocolo de Dislipidemias que trabajamos de la mano de Sefac es un punto de inicio para el buen control del paciente crónico”. En rueda de prensa ha señalado que “el grado de control de los pacientes con dislipemia ronda el 33%, una cifra muy baja y que es muy mejorable”. En este sentido, -ha añadido- “la función del farmacéutico comunitario puede ayudar en la educación sanitaria y la adherencia terapéutica para un mayor control de esta patología”.
Por su parte, Vicente J. Baixauli, presidente de SEFAC, ha explicado que la importancia del protocolo reside en la definición de unos criterios claros para el farmacéutico: “Gracias a este protocolo, el farmacéutico tiene unos criterios claros de derivación que aplica y permite la continuidad del seguimiento del paciente en el centro de salud”. Por eso, ha insistido en que “existen numerosos escritos relacionados con las dislipidemias, pero hasta el momento no se había trabajado un documento tan específico para el farmacéutico y que se convirtiera en una herramienta que aportase una mayor seguridad al profesional a la hora del cribado y la derivación al especialista de atención primaria”.
El Protocolo de dislipidemias, por tanto, pretende impulsar y optimizar el necesario consenso para el abordaje del paciente con dislipemia en el ámbito de la Atención Primaria de Salud. El mismo recoge, además de los datos de derivación al médico, las cifras de colesterol en las cuales es importante la valoración farmacéutica y el seguimiento por parte del farmacéutico comunitario. Esto permite clasificar de manera ágil y certera las derivaciones entre médicos y farmacéuticos en el campo de las dislipemias.
La importancia de la farmacia
La dislipidemia continúa siendo una patología “infradiagnosticada e infratratada” en todos los ámbitos asistenciales. En este sentido, según Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza, “es importante realizar campañas de detección precoz del riesgo y para eso, las farmacias son un agente sanitario que puede contribuir a ello”. “Desde las organizaciones de pacientes insistimos en el control del riesgo y realizamos también acciones de información y concienciación”, añade.
Jesús C. Gómez, presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fundación SEFAC y farmacéutico comunitario en Barcelona, la farmacia comunitaria tiene tres roles fundamentales respecto al control del colesterol (c-LDL): la educación sanitaria, el cribado y el refuerzo de la adherencia. “Una de las funciones que tenemos es concienciar a la gente de la importancia de cuidarse de las dislipemias, además de la prevención de la enfermedad y de promover la mejora del cuidado de la salud”, asegura. Y añade que “desde la farmacia se pueden hacer cribados para detectar niveles elevados de colesterol (c-LDL) que nos pueden orientar hacia dónde va la situación de un paciente”. Por último, durante la rueda de prensa ha comentado que “los farmacéuticos son expertos del medicamento y por eso, a través del seguimiento, tienen que tratar de evitar en los pacientes los resultados negativos a la medicación”.
En este contexto, la Fundación Sefac con la colaboración de la Fundación Viatris organizan conjuntamente la Segunda Semana de la Información y Cribado de la Hipercolesterolemia en la Farmacia Comunitaria con el fin de sensibilizar a la población de que este problema de salud se puede prevenir y tratar. Durante esta campaña, los farmacéuticos participantes podrán intervenir en un webinar específico para profundizar en su formación.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en los países occidentales. Concretamente, en España originan el 28,3% de las defunciones . La dislipidemia es uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes en España con una prevalencia en la población mayor de 18 años asistida en Atención Primaria del 50,3% . En este sentido, la coordinación entre los médicos de atención primaria y los farmacéuticos comunitarios es una pieza fundamental para el diagnóstico, control y seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes diagnosticados de dislipidemia.
Las dislipidemias son alteraciones del metabolismo de los lípidos, que se manifiestan en concentraciones anormales de algunas grasas en la sangre, principalmente colesterol y triglicéridos. Según se recoge en un estudio demoscópico realizado por Mylan, una compañía de Viatris, con el apoyo de IQVIA, a finales del año 2020, el 90% de los españoles considera el colesterol (c-LDL) peligroso o muy peligroso para la salud. Sin embargo, esta percepción tan alta de su riesgo no se corresponde en igual medida con su control. Así, de esta encuesta se desprende que 3 de cada 5 adultos españoles no se han medido los niveles de colesterol (c-LDL) en los últimos 12 meses . Además, 2 de cada 5 españoles cree tener el colesterol en los niveles recomendados y, sin embargo, presenta valores altos o que están en el límite. Estos datos ponen de manifiesto que hay un interés social por el colesterol (c-LDL), pero aún existe un desconocimiento de lo que es el riesgo cardiovascular.