La Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) ha celebrado la Jornada ‘Recertificación de la SEFC’, en la que se ha presentado el Programa de Recertificación para farmacólogos clínicos, un sistema de evaluación del conocimiento y las aptitudes de estos profesionales, acorde a los planteamientos adoptados hace unos meses por el Consejo Asesor de Recertificación de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme), y aprobados por las 46 sociedades científicas a las que representa.
La Recertificación de la Especialidad es una credencial que otorgarán por periodos de seis años las Sociedades Científicas junto a la Administración Sanitaria, con el fin de certificar que los médicos especialistas poseen los conocimientos y capacidades necesarios para ejercer su especialidad, así como que en su Desarrollo Profesional (DP) han adquirido, mantenido y mejorado sus competencias profesionales, adaptándose de esta forma a los avances científico-técnicos en sus respectivas áreas de trabajo.
Para obtener la recertificación se han de cumplir una serie de requisitos, previamente establecidos en base a unos criterios comunes aprobados por FACME. En el caso de la farmacología clínica, el proceso para la obtención de la recertificación profesional comprende dos pasos: la Validación Periódica de la Colegiación (VPC), así como el Desarrollo Profesional (DP) y la formación continuada del especialista, donde se evaluarán competencias propias de la especialidad de Farmacología Clínica.
Dentro de estas competencias propias, distinguimos a su vez dos subgrupos: las actividades de tipo A, donde se engloban competencias asistenciales propias de la Farmacología Clínica (seguridad del paciente y farmacovigilancia, evaluación y selección de medicamentos y productos sanitarios, diseño y realización de ensayos clínicos o promoción del uso correcto de medicamentos, entre otras) y otro tipo de competencias más transversales (como por ejemplo la comunicación asistencial, el trabajo en equipo o la gestión de la calidad y de la seguridad del paciente); y actividades de tipo B, que comprenden las actividades de formación médica continuada, docencia e investigación.
“Con este modelo de recertificación, queremos dejar constancia de la importancia que tiene la formación continuada para nuestra especialidad”, explica la Dra. Antònia Agustí, presidenta de la SEFC. “Debido al progreso y los avances constantes que observamos en esta área de trabajo, para que los farmacólogos clínicos alcancen las destrezas y conocimientos necesarios es imprescindible compaginar la asistencia a congresos con otro tipo de actividades formativas, como por ejemplo talleres, seminarios, trabajos de investigación o rotaciones en centros hospitalarios, y todo ello ha de evaluarse de algún modo, animándoles a actualizar sus capacidades de manera constante, algo que en última instancia es esencial y clave para preservar la seguridad de los pacientes y garantizar una buena asistencia”.
Con el fin de poner en marcha el sistema de recertificación en farmacología clínica, la SEFC nombrará un Comité de Evaluación, encargado de fijar y revisar periódicamente las competencias, los indicadores de cada una y los límites para considerarlas “aptas”. También se ocupará de revisar las solicitudes de recertificación y elaborar la propuesta de “recertificado” o “pendiente de recertificar”, identificando en ese caso aquellas áreas donde el profesional deberá ampliar cocimientos y/o formación para poder optar a la recertificación.
Este modelo de recertificación se encuentra aún en proceso de elaboración; una vez redactado el documento, se distribuirá entre los socios de la SEFC para ser sometido a consulta antes de aprobarse definitivamente.