Los resultados de la encuesta anual de desabastecimiento realizada por el Grupo Europeo de Farmacia Comunitaria (PGEU) indica que la situación en 2022 “ha empeorado y que todos los países y todas las clases de medicamentos continúan viéndose afectados”. Además, según relatan “en las últimas semanas, el aumento de las infecciones respiratorias ha provocado un aumento de la demanda de antibióticos como la amoxicilina, especialmente para uso pediátrico, y las interrupciones en el suministro que se reportan actualmente en algunos países requieren acciones inmediatas y concretas”.
Según la encuesta, cada farmacia comunitaria en Europa dedica de media casi 7 horas a la semana a gestionar la escasez y encontrar soluciones alternativas para los pacientes, tiempo que podría dedicarse a otras tareas para mejorar la calidad de la atención.
El presidente de PGEU, Koen Straetmans asegura que “los farmacéuticos comunitarios están haciendo un esfuerzo adicional para garantizar la continuidad de la atención y minimizar el impacto negativo de la escasez en la salud de los pacientes, pero la situación se está volviendo cada vez más complicada”.
En su valoración, “las causas profundas del problema son diversas y complejas”. Estos incluyen la naturaleza cada vez más globalizada de la fabricación farmacéutica, las estrategias de precios y otras dinámicas del mercado, así como la actual crisis de las materias primas, que también afecta a los materiales de embalaje, como el aluminio para blísteres o el cartón, que son esenciales para la distribución.
De esta manera, Straetmans hace un llamamiento “a los responsables políticos nacionales y de la UE para que adopten medidas audaces y ambiciosas para abordar el problema de manera efectiva”. En ese sentido, indica que “es necesario otorgar a los farmacéuticos mayor flexibilidad para encontrar soluciones alternativas cuando un medicamento escasea, de modo que puedan administrar mejor la atención al paciente, aprovechando al máximo sus habilidades, conocimientos y experiencia”.
También “es vital” mejorar los informes, el seguimiento y la comunicación sobre la escasez de medicamentos. Es crucial dotar de más recursos a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para desarrollar actividades de prevención y gestión del desabastecimiento en coordinación con los Estados miembros.
PGEU pide también desarrollar mecanismos de redistribución justos de los medicamentos disponibles en el mercado europeo para aquellos pacientes que más los necesitan, independientemente del país de la UE en el que vivan, especialmente en tiempos de crisis sanitaria. Por último, es necesario garantizar el cumplimiento efectivo de las leyes nacionales y de la UE relacionadas con las obligaciones de servicio público de los actores de la cadena de suministro”.