El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este próximo martes el fin del uso obligatorio de las mascarillas en hospitales, centros sociosanitarios y farmacias. Se culmina así el proceso de eliminación del uso progresivo del cubre bocas, compañero inseparable de toda la sociedad española durante la pandemia.
El uso de las mascarillas quedará restringido a determinados servicios hospitalarios, y se recomendará su uso en personas vulnerables o con factores de riesgo, especialmente en los espacios más concurridos.
La medida fue planteada por el Gobierno en el pasado pleno del Consejo Interterritorial, donde, pese a las acusaciones de electoralismo que se lanzaron desde varias comunidades al Gobierno por convocar un pleno con una docena de consejeros de sanidad en funciones, la medida fue respaldada por todos los integrantes.
La medida llega a España con un retraso importante con respecto a los países del entorno europeo, donde el uso obligatorio de mascarillas quedó anulado hace ya algunos meses.
La medida se toma con asesoramiento del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias (CCAES), y en el contexto de la eliminación de la declaración de emergencia sanitaria que hizo efectiva la OMS el pasado mes de mayo.
Este será en España el último paso en la regulación de las mascarillas, después de tres años de regulación y un año después de que los cubrebocas dejaran de ser obligadotorios en los transportes públicos.
Una vez publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), las mascarillas pasarán a ser recomendables e determinados entornos sanitarios con pacientes vulnerables y en caso de síntomas de infección respiratoria.